«Nunca fui testaferro de Néstor Kirchner ni de su familia. Soy una víctima de la campaña atroz por parte de los poderes reales» afirmó el empresario Lázaro Báez este miércoles cuando se reanudó el juicio en el que está siendo juzgado junto a sus cuatro hijos por supuesto «lavado de activos». En su declaración, que duró casi una hora, Baéz afirmó que esa campaña incluyó «la detención de políticos y empresarios» y tuvo que ver con su cercanía con Néstro Kirchner y por encarnar la pelea contra la «cartelización de la obra pública». Además, aseguró que fue injustamente detenido y que destruyeron a su familia y sus empresas por orden del actual gobierno. 

“Destruyeron a mi familia y las actividades de mis empresas, fui acosado por el servicio de inteligencia a la orden del actual gobierno, para que involucre al peronismo y a la ex presidenta” , apuntó Báez en otro tramo de su declaración, en la que dijo haber sido víctima de una «persecución mediática y política».

El empresario leyó el texto que llevó impreso y en el tramo más importante de su exposición, denunció una operación coordinada por la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) , desde el comienzo de la causa judicial, para que se arrepienta e involucre a Cristina Kirchner».

«En un control oftalmológico (dentro de Ezeiza), se me acerca una mujer, la doctora (Claudia) Balbín, acompañada por dos personas de traje. Dijo que venía en nombre de Macri y Majdalani”, relató. «Me dijo que si yo colaboraba, mis hijos no tendrían problemas. Y que tenía que decir que era el testaferro de la familia Kirchner». 

Báez aludió a una «encerrona» armada para que se convirtiera en arrepentido con el fin de involucrar a la familia Kirchner en los delitos de lavado de activos por los que ahora está preso y es juzgado.

«Fui, soy y seré amigo de Néstor Kirchner, fue un vínculo con mucha anterioridad a que se convirtiera en un político trascendente. Esto no quiere decir bajo ningún concepto que yo fuera su testaferro ni de él ni de su familia. Me permito en esta oportunidad negarlo enfática y categóricamente», afirmó.

En otro momento de la declaración , el empresario recalcó: «Fui víctima de los servicios para culpar a Cristina, no pudieron doblegarme»,  a la par que afirmó que la AFI «manipuló a todo el sistema» en un «esquema perverso dirigido por el propio presidente Mauricio Macri» para perjudicar «al peronismo», dijo.

Báez está preso por  esta causa desde hace tres años y siete meses y además es juzgado en otro debate junto a la ex presidenta por el supuesto direccionamiento de la obra pública nacional en Santa Cruz a favor de sus empresas. Por primera vez desde el inicio del debate en los tribunales de Retiro habló ante los jueces, manifestó ser una víctima y denunció una y otra vez que sufrió «todo tipo de aprietes para culpar a la señora Cristina Kirchner y a su gobierno». Además negó haber cometido delito alguno y calificó de «vergonzoza» la investigación.

En su exposición apuntó a jueces, fiscales, periodistas y funcionarios del macrismo, entre ellos, a la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; a la subtitular de la AFI, Silvia Madjalani, a la diputada Elisa Carrió y al fiscal José María Campagnoli.

«Fui utilizado, con sólo decir Lázaro ya se sabe de quién se habla; convirtieron mi nombre en sinónimo coloquial de la palabra testaferro», se quejó.

El juicio entró en su etapa final con las indagatorias de los acusados que quieran hablar, y luego se iniciarán los alegatos finales, mientras que el veredicto está previsto para los primeros meses del 2020.