La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, (Ocde) alertó, en su último informe, que la recesión ser profundizará en Argentina en los próximos meses, convirtiéndola en el país con mayor contracción económica en el mundo, por detrás de Arabia Saudita.

De acuerdo al reporte difundido este jueves, el Producto Bruto Interno (PBI) caerá un 3,3% este año, antes de crecer un 2,7% en 2025″. «La alta inflación, un ajuste fiscal considerable pero necesario, y la incertidumbre política pesarán sobre el consumo privado y la inversión durante la mayor parte de 2024. El levantamiento gradual de las restricciones a las importaciones y los controles cambiarios impulsará eventualmente la recuperación de la demanda interna, particularmente en 2025. La demanda reprimida resultante de estas restricciones mantendrá las importaciones fuertes, mientras que las exportaciones continuarán su robusta recuperación”.

En este sentido, detalló que «la industria, la construcción, las ventas minoristas, la intermediación financiera y los servicios públicos fueron los sectores más afectados por el ajuste fiscal y la erosión de los ingresos reales que siguió a la devaluación del 54% de la moneda y al pico de inflación posterior en diciembre». Además, puntualizó que «la desaceleración continuó en enero de 2024 con una contracción del 4,3% en comparación con el mismo período del año anterior».

En cuanto a la inflación, para la organización, asegura que «los cambios mensuales en los precios han comenzado a moderarse», con una desaceleración «visible», y asegura que «disminuirá de forma más pronunciada». Así lo refleja en la merma de sus proyecciones, que en febrero marcaban una variación de precios del 250,6% anual y ahora estima que será del 208,1% para este año y del 71,2 % para 2025. 

En el mismo reporte también alertan que se presentarán una serie de complicaciones en el proceso de profundización de reformas económicas que lleva adelante el Gobierno que tornan muy «volátil»  el escenario.

«Los riesgos en torno a este escenario siguen siendo sustanciales. Las reservas extranjeras bajas, las estrictas restricciones cambiarias y la alta inflación proporcionan un telón de fondo volátil contra el cual las depreciaciones de divisas repentinas y la lenta desinflación podrían desencadenar una recesión prolongada. La implementación lenta de las reformas retrasaría la recuperación».

Sin embargo, a pesar de los riesgos que advierte, la organización considera que «es necesario intensificar el progreso con las reformas estructurales». «Se necesitan medidas fiscales adicionales para alcanzar el objetivo primario anunciado, al tiempo que se preservan los beneficios bien dirigidos para los hogares vulnerables. Una estrategia fiscal creíble a mediano plazo, basada en mejoras en la eficiencia del gasto público, mejorarían de manera sostenible la estabilidad macroeconómica».

A su vez, remarcó que «los esfuerzos para fortalecer el balance del Banco Central deben continuar, al tiempo que se fortalece su independencia operativa y su gobernanza» y consideró que «puede ser necesario acelerar el ritmo de las devaluaciones mensuales en el régimen de tipo de cambio con bandas para preservar la competitividad de las exportaciones, acumular reservas extranjeras y eventualmente eliminar los controles de capital y divisas».