El ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi, confirmó este martes que no habrá una nueva extensión del congelamiento de alquileres y suspensión de desalojos sino que se hará uso de las herramientas que generó la nueva Ley de Alquileres, al tiempo que destacó los recursos que destina el Estado para generar soluciones habitacionales.

Sin embargo el anuncio no cayó bien para la Asociación de Inquilinos de Rosario. Emmanuel Canelli, referente del sector, habló con Conclusión y dijo que recibieron la noticia “con bastante preocupación” y que pedirán una reunión con el ministro para arrojar “claridad” sobre el asunto, así como la implementación de ciertas medidas que ayuden en el proceso de transición, del pasaje de una vivienda a otra.

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Recibimos la noticia con bastante preocupación, sobre todo en torno a la manera en que Ferraresi definió esta cuestión, de manera unilateral. Desde que él asumió, hasta la fecha, nunca tuvimos la posibilidad de contactarnos con él, nunca nos respondió, entendiendo que de acá al 1 de abril tiene que haber alguna respuesta y claridad en torno a esto”, apuntó Canelli y agregó: “El 1º de abril habrá gente que tendrá que saldar la deuda, quizás de varios meses, y a su vez realizar un nuevo contrato, lo que es bastante oneroso. Y si bien la economía ha empezado a mejorar, no es un panorama de bonanza como para poder enfrentar esto”.

Asimismo, cuestionó que Ferraresi haya planteado “soluciones” recién finalizado el decreto. “Dijo que iban a analizar políticas para los sectores más vulnerables, aquellos que hoy no pueden pagar un alquiler y mucho menos saldar las deudas contraídas y contratar algo nuevo, pero una vez que ya haya vencido el decreto. Te imaginarás lo complejo que es eso porque están en una incertidumbre total, sabiendo que en un mes tienen que entregar la vivienda”, se quejó.

Según datos de la Asociación, el 40% de las personas que alquilan en Rosario están atravesando problemas a la hora de abonar el alquiler. Dentro de este grupo figuran aquellos que tienen algún porcentaje de deuda, aquellos que acarrean deudas de otros meses, o incluso quienes acumulan deudas en los servicios.

En relación a la palabras del ministro, que manifestó que se hará uso de las herramientas que generó la nueva Ley de Alquileres para atravesar este lapso, Canelli consideró que “lo que podría llegar a ser solución de la Ley de Alquileres es el Alquiler Social y eso, hoy por hoy, no está implementado. Solamente fue lo aprobado en la ley pero falta la implementación del Ejecutivo”.

“El Alquiler Social es un apoyo para aquellos sectores más vulnerables a la hora de alquilar una vivienda, que pueden ser personas que sufran violencia de género, personas con problemas económicos que no lleguen a juntar el pago del alquiler. Todo eso debería especificarse, detallar bien quiénes, cómo, qué herramientas utilizar. Y todavía no hay nada”, destacó.

Otro de los planteos de la Asociación de Inquilinos de Rosario apunta a que el Estado nacional revise algunas cuestiones en torno al escalonamiento de los propietarios. “No es lo mismo un propietario que tiene una sola vivienda en alquiler que aquél que tiene más de una, en torno a la urgencia que tienen a la hora del cobro de las deudas”, explicó Canelli.

“Pedimos que el ministro nos reciba para poder arrojar claridad y la posibilidad de que se implemente el Alquiler Social y empezar a ver el escalonamiento de los propietarios para marcar la urgencia del cobro del alquiler”, resumió a modo de pedido.

Además destacó que “si en este mes que tenemos alcanza para dar respuesta a las demandas que venimos teniendo seguiremos y sino realizaremos algún tipo de manifestación para que no desalojen y dejen a la gente en la calle porque hay muchas familias que están pendientes de esto”.

“Hace dos días, las consultas eran por intentos de incumplimientos del decreto y desde ayer, preocupación y desesperación porque no saben qué hacer, a dónde ir. Pasar de alquilar una vivienda a una pensión, eso es lo que se plantean hoy. Lo único que les daba alguna tranquilidad era el decreto”, recordó Canelli preocupado.

La zona más afectada es la zona del centro, macrocentro, barrio Martín y Pichincha, ya que son las zonas que albergan mayor cantidad de inquilinos y por ende, mayor demanda.

En tanto los precios de los alquileres, registran un aumento aproximado de un 50% interanual que va variando según las zonas y según las características de la vivienda. Mientras que un monoambiente está alrededor de 13 o 14 mil pesos, y los de una habitación salen entre 15 y 16 mil pesos, los de de dos habitaciones, para una familia tipo, está entre los 18 y los 22 mil pesos.

Alquileres temporarios, ¿una salida?

Según Canelli, recurrir a los alquileres temporarios no es viable. “Los alquileres temporarios, funcionaron sobre todo en verano, fueron para casas de veraneo y se registró un incremento brutal producto de intentar captar el mercado de turistas argentinos que viajaban al exterior y que por la pandemia no lo hicieron, entonces elevaron muchísimo los alquileres. Pero para la vivienda cotidiana, el alquiler temporario no es muy común”.

¿Hay opciones de alquiler?

La baja rentabilidad que otorga un alquiler, como la nueva Ley de Alquileres 27.551, provocaron sobre el último tramo del año que muchos propietarios que disponen de unidades para rentar, decidieran ofrecerlas en venta para volcar su capital a otras opciones de inversión financiera.

Los cambios introducidos en la normativa, entre los que figuran la extensión de los contratos a un mínimo de 3 años dificulta una venta posterior, sumado a los decretos oficiales que regula los aumentos y prohíbe los desalojos por 60 días.

No obstante, desde la Asociación de Inquilinos de Rosario consideraron que “este tema del congelamiento y prohibición de desalojo y prórrogas de contrato generó por un lado garantizar el acceso a la vivienda y por el otro, que haya muchas personas que se queden en esa vivienda cuando comúnmente eran las viviendas que aparecían en el recambio”.

“Pero ahora en el mes de marzo muchas viviendas van a volver a ponerse a disposición”, aseguró Canelli.

“Tiene que ver con algunos sectores que no viven del alquiler y tienen esa vivienda como un resguardo de capital y también quizá tenían la vivienda ociosa desde antes de marzo. Entonces dicen ‘ante esta situación, no la voy a poder alquilar’, porque piden cualquier barbaridad y entonces la deciden poner en venta. La realidad es que tampoco se compran viviendas. Que la pongan en venta no es garantía de negocio. La realidad es que hay una crisis económica muy grande”, finalizó.