En medio de la incertidumbre general que reina en el país a raíz de la situación económica y las tibias respuestas del Gobierno nacional, ámbito.com publica una nota referida a las tasas que podrían aplicarse en la financiación de compras en cuotas, además de cómo impactaría en los créditos personales y en los hipotecarios.

Mariana Leiva, la periodista que firma la nota, señala que las tasas de créditos personales y de las tarjetas de créditos podrían incrementarse hasta un 120% a raíz de la suba de la tasa de política monetaria al 60% anunciada ayer por el Banco Central.

Explica, además, que esto lo aseguraron especialistas en temas de consumo consultados sobre el impacto que tendrá en el bolsillo ese nivel de tasas, considerando préstamos personales e hipotecarios, compras con tarjetas de crédito, depósitos en plazo fijo y empleo.

Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales, resaltó que «el impacto de la suba es general porque se encarece toda la economía. En simultáneo, la disparada del dólar presiona al alza los costos de producción». Para el especialista, «este es un momento para que los consumidores sean cautos porque estamos en plena combinación de factores que no juegan para nada a favor del bolsillo».

Es que esta nueva alza afectará todo: la cadena de pagos de las empresas, el nivel de empleo y las tasas de interés de los bancos y las tarjetas de créditos, esto último impacta sobre manera en el bolsillo de los consumidores, dijo el Otálora.

Créditos personales. La tasa exigida era, dependiendo de los bancos, de entre el 60% y 70%, previo al anuncio de ayer. Con el nuevo nivel de la de referencia, se espera un aumento de esos porcentajes. «Debería duplicar, es decir, ubicarse entre el 120% y 140%», dijo Otálora.

“Difícil pensar en invertir”

Por su parte, el director de Focus Market, Damián Di Pace, aseguró que «una tasa del 60% es un decreto al congelamiento de la actividad económica, porque para cualquier empresa es muy difícil pensar en invertir con ese nivel de interés».

Di Pace sumó otro aspecto: «Los trabajadores no registrados sólo pueden acceder a créditos en el sector informal, que ya cobraban intereses usureros del 100% previo al anuncios», detalló.

Otros rubros

Préstamos hipotecarios. Los más afectados en este segmento son los tomadores de créditos UVA (que están atados a la inflación), cuyo valor estaba en el $25,5 previo a la nueva tasa de referencia. «Si una persona tomó un crédito de un millón, hoy ya le debe al banco 1,75 millón, considerando que arrancó con un valor UVA a $14,05», se indicó.

Tarjetas de créditos. El interés por comprar en cuotas (lo que se conoce como Costo Financiero Total) podría superar el 120% a raíz de la nueva tasa de referencia, con un avance de 20 puntos porcentuales desde el nivel actual.

«De todas maneras, no hay una relación directa entre la tasa de referencia y la que paga al consumidor por financiar sus compras, cada banco puede establecer un nivel distinto», aclaró Otálora.

Di Pace señaló, además, que este incremento «se produce en un contexto en que la mora en tarjeta de crédito comienza a crecer porque la inflación va licuando el ingreso. El interés por pagar el ‘mínimo’ es inviable».

Plazos fijos. El interés pagado por los bancos podría incrementarse desde los actuales 35% hasta el 50% pero, consideró Otálora, «se debe analizar la contracara: ¿cuánto será la inflación anual ó cuál será la apreciación del dólar? Es decir, se debe analizar la tasa real positiva sería menos del 5% mensual con este nuevo nivel».

Empleo pymes. Es el sector más afectado porque, ya no para invertir sino para mantener su capital de trabajo, tiene que pagar tasas de interés por encima del 60% porque «no todas las pymes acceden a créditos subsidiados», dijo Di Pace.

Para el especialista, «la AFIP debe bajar de manera urgente el interés por pago de deuda atrasados; y atender las dificultades que se presentan con los monotributistas, entre otras cosas».