Por Alejandro Maidana

La discusión sobre el acceso a la tierra se agudiza en cada rincón de un país que de manera obscena, nos muestra una deshumanizante concentración de privilegios, y apabullantes índices de desigualdad. Es por ello que distintas organizaciones campesinas, aquellas que vienen sosteniendo una lucha silenciosa pero persistente, continúan afianzando lazos y tejiendo distintas estrategias.

Mientras que las economías mundiales se derrumban, el sistema expone todas sus grietas, la necesidad de repensar qué tipo de modelo productivo puede definitivamente sacarnos de perdedor, viene siendo una discusión sumamente ambigua. Desde el poder político oímos  hablar de soberanía alimentaria, de construir otra lógica en la manera de producir,  para de esta manera poder librar una seria batalla contra el hambre y la pauperización de la vida, pero la agenda del FMI volvió a interponerse para ponerle freno a la esperanza de las mayorías.

Te puede interesar: El campesinado entrerriano toma la palabra y exige una reparación histórica

El modelo extractivista ha demostrado con creces su incapacidad para resolver la pobreza que brota por los poros de una Argentina pensada para pocos. La exasperante concentración de tierras en poquísimas manos, sumado a la inaccesibilidad a la misma, sigue profundizando una grieta que data de siglos y que debe ser zanjada de una buena vez. Una cuenta pendiente de una democracia que no ha podido independizarse de los poderes fácticos que siguen haciendo las veces de titiriteros del destino de las mayorías.

Alimentazo en la Patagonia para seguir discutiendo el acceso a la tierra

El viernes 13 y sábado 14 pasado, la UTT Regional Patagonia realizó un nuevo <Alimentazo> en apoyo a la Ley de Acceso a la Tierra. Durante dos días pusieron a disposición 20.000 kilos de fruta agroecológica y verdura campesina a precios populares que llegaron a más de 16 localidades de Chubut, Rio Negro y Neuquén. En Patagonia llevan vendidos casi 400.000 kilos de alimentos cooperativos desde el inicio de la pandemia. Ese es el resultado de los alimentazos y del trabajo comunitario que vienen impulsando desde la Regional.

Para conocer en profundidad el imprescindible trabajo que vienen realizando desde el sur del país, Conclusión dialogó con Juan Pablo “Pocho” Acosta, integrante de UTT Regional Patagonia. “Acá la Regional Patagonia de la UTT está constituida por más de 15 organizaciones, en la misma confluyen cooperativas y asociaciones de productores y productoras. Nos encontramos trabajando en el territorio, básicamente en cordillera y meseta en Chubut, esas serían las áreas, como así también articulando con otros sectores del sur de la provincia de Neuquén”.

Te puede interesar: La UTT Santa Fe inauguró su «Verdulería Popular»

Somos alrededor de 400 familias campesinas que trabajamos y coordinamos en el marco de la regional. Casi la mitad de los integrantes de la organización pertenecen a familias crianzeras de ganado ovino, caprino y bovino de la Patagonia

Un centenar de familias organizadas que tienen como horizonte, allanar el camino hacia la emancipadora soberanía alimentaria. “Somos alrededor de 400 familias campesinas que trabajamos y coordinamos en el marco de la regional. Casi la mitad de los integrantes de la organización pertenecen a familias crianzeras de ganado ovino, caprino y bovino de la Patagonia. Uno de los arietes de lucha que hemos tenido en esta región, han sido los corderazos, que a instancias de salir a luchar en las calles se han dado respuestas al proceso de comercialización directo de la <saya> de corderos que cotidianamente quedaba en manos de las grandes estructuras comerciales”, sostuvo.

Existe un gran proceso interno en la Regional que tiene que ver con esto de las compras comunitarias, en esta última hemos llegados casi a los 400.000 kilos de alimentos

Con las manos en la tierra, la dignidad como estandarte, y un objetivo que busca crecer desde el pie. “Existe un gran proceso interno en la Regional que tiene que ver con esto de las compras comunitarias, en esta última hemos llegados casi a los 400.000 kilos de alimentos. Este es un proceso mancomunado entre distintas organizaciones, familias, vecinales y sindicatos, vamos estableciendo distintas relaciones. El resto tiene que ver con alimentos que no se producen en la zona, como frutas y verduras contra estación, el viernes y sábado pasado fue la primera vez que se trae frutas y verduras en estas cantidades, 20.000 kilos que fueron coordinados en 16 parajes entre Río Negro y Chubut.”

Es preciso destacar que más allá de los corderazos y las compras comunitarias que hacemos, hay una cooperativa que trabaja en la parte forestal, semanas atrás hicimos una venta a la meseta en conjunto con una familia Mapuche

El desafío sigue siendo seguir incorporando más variedad, y pulir la logística que en Patagonia es un verdadero cuello de botella. “Es preciso destacar que más allá de los corderazos y las compras comunitarias que hacemos, hay una cooperativa que trabaja en la parte forestal, semanas atrás hicimos una venta a la meseta en conjunto con una familia Mapuche. Logramos llevar el producto terminado de un 30 a 40% más barato de lo que se consigue este producto forestal en la zona rural de Chubut. También contamos con la sociedad apícola de la Comarca, que también es parte de la regional, y que ya ha vendido más de 5.000 frascos a los almacenes de ramos generales de la UTT”, indicó Acosta.

Te puede interesar: El otro campo toma la palabra

Venimos profundizando el debate y la organización para fortalecer una lógica que no esté atada a la especulación financiera, ya que las y los trabajadores cobran en pesos y vivimos en una país que tiene a mucha gente con hambre

Las bases en las que busca expandirse la Regional, son muy claras, no hay lugar para la especulación, ni para los venenos del agro. “Existe una línea de trabajo con familias que elaboran dulces, ya que aquí hay una zona de producción de frutas finas. La idea es poder articular con las familias que producen esas frutas, ya que perseguimos una lógica y es que las mismas no contengan agrotóxicos y además es ir construyendo un precio sostén. Venimos profundizando el debate y la organización para fortalecer una lógica que no esté atada a la especulación financiera, ya que las y los trabajadores cobran en pesos y vivimos en una país que tiene a mucha gente con hambre”.

Desde siempre la clase política que nos gobierna tanto a nivel municipal, provincial como nacional, ante el diagnóstico que solo el 1% de la población concentra el 40% de las tierras productivas del país, se ha mostrado inmutable

Aparte del reclamo concreto, se propugna avanzar en la conquista de políticas públicas, es por ello que se necesita del compromiso y acompañamiento de aquellos que toman decisiones. “Desde siempre la clase política que nos gobierna tanto a nivel municipal, provincial como nacional, ante el diagnóstico que solo el 1% de la población concentra el 40% de las tierras productivas del país, se ha mostrado inmutable. Por ello sostenemos que se debe democratizar la tierra para poder avanzar hacia una emancipadora soberanía alimentaria y profundizar la lucha contra el hambre. Este es un poco el camino de todas y todos los agricultores familiares que producen el alimento que sostienen y abastecen el consumo de más de 45 millones de argentinos diariamente. Hay sobradas experiencias que es eficiente, producir en lugares en donde de otra forma sería imposible hacerlo, la agricultura familiar ha demostrado que bajo este contexto de coyuntura puede darle batalla al hambre y empujar un futuro diferente”.

Cuando luchamos contra el hambre, luchamos por el futuro a sabiendas que ya conocemos lo que sucede cuando los procesos de hambre se enquistan, se tornan crónicos

Torcer el destino de un país desde la resignificación de la tierra, desde la producción de alimentos de cercanía, saludables y a precios populares. Ese es el faro. “Cuando luchamos contra el hambre, luchamos por el futuro a sabiendas que ya conocemos lo que sucede cuando los procesos de hambre se enquistan, se tornan crónicos. Perdemos generaciones, perdemos compañeras y compañeros que van quedando en el camino restándole fuerza a los procesos colectivos. Como factor central en esta discusión entendemos que el acceso a la tierra es primordial, por ello impulsamos el Procrear Rural, ya que existe muchísima tierra pública ociosa que podría ser puesta al servicio de la lucha contra el hambre produciendo alimentos sanos para el pueblo. Entonces lo que proponemos es que esas miles y miles de familias campesinas que pagan el alquiler de la tierra en la que producen, se transforme en un crédito blando que permita en definitiva acceder a la tierra para vivir y producir”, concluyó el integrante de la UTT Regional Patagonia.