El índice de satisfacción pública vinculado con el gobierno nacional se ubica en el 42,7%, según lo consigna un informe elaborado durante diciembre pasado por la Universidad de San Andrés, a partir de la premisa de “¿cómo marchan las cosas en el país?”.

De acuerdo con sus resultados, la cifra se encuentra “muy por debajo de los estándares aceptables de satisfacción, ubicados en alrededor de 70” y, a poco más de un año de gobierno de Macri, esa opinión pública parece no modificarse.

Los argentinos parecen insatisfechos con la labor del Poder Ejecutivo (39,5) pero aún más con el desempeño de los otros dos poderes: Legislativo (37,6) y Judicial (33,9).

Mientras la mitad aprueba la gestión del presidente, aparece como menos conforme con los resultados que hasta ahora presenta su gestión, ya que alrededor del 71% de los entrevistados considera que la situación económica es mala o muy mala.

Seguridad

En cuanto a la satisfacción con las políticas públicas, la política de promoción de turismo es la que genera más elogios con un índice de satisfacción ponderada de 44,8%. Mientras que las dos que tuvieron más críticas adversas fueron las de seguridad (30,4%) y la de política económica (32,2%).

A lo largo del año 2016, la aprobación del presidente Mauricio Macri cayó del 68% para estabilizarse en mayo alrededor del 50%, con picos del 56% y caídas al 48%. Del mismo modo la desaprobación, que hoy se encuentra alrededor del 43%.

Opinión de Espert

Entre tanto, José Luis Espert, uno de los economistas con un perfil muy cercano al PRO, opinó en el diario Clarín sobre las posibilidades que tendrá el ministro Nicolás Dujovne de cumplir con las metas que se impuso para este año.

Al respecto dijo que “puede cumplir el 4,2% del Presupuesto pero, según mi opinión, esa meta es bastante irrelevante desde la situación macroeconómica. El déficit fiscal que tiene impacto es 4,2%, más 2,5% de intereses, más 1,5% de las provincias. O sea, 8,2%. De mínima, Dujovne debería hablar de esa cifra porque si la estrategia es financiar déficit con deuda, ¿cómo no vas a poner los intereses de la deuda en el déficit?”, sentenció Espert.