El economista Carlos Rodríguez, ex colaborador del actual presidente Javier Milei, analizó el rumbo de la gestión de La Libertad Avanza y consideró que «este no es el camino» que debe transitarse, ya que las medidas tomadas hasta el momento «generaron una de las recesiones más rápidas y profundas de la historia».

«Milei y sus seguidores van a tener que darse cuenta de que, en política, lo que importa son los hechos y no lo que ellos se creen de ellos mismos», cuestionó el economista al momento de exponer un listado de críticas.

«A pesar de proclamar que Milei es el líder más importante del planeta y que han hecho el ajuste más grande de la historia del país, la realidad es que no han pasado ni una sola ley en sus primeros cinco meses de gobierno. Quizás logren pasar una próximamente, pero sería una victoria pírrica», planteó Rodríguez.

En esa línea, el ex colaborador del actual presidente subrayó que, con el paquete de medidas impulsado por el oficialismo, se generó una de las recesiones más rápidas y profundas de la historia del país.

«El ajuste fiscal lo lograron con una enorme devaluación que activó un impuesto transitorio (País), licuó ingresos, jubilaciones y otros gastos sociales, y paralizó la obra pública y las transferencias a las provincias. Además, se congelaron gastos nominales del gobierno en medio de la suba de la inflación, lo cual contribuyó a la licuación de las partidas. En otras palabras, esto no es ningún ajuste estructural sostenible», explicó este domingo, a través de una publicación en redes sociales.

Para Rodríguez, basta ver la evolución reciente de las cifras oficiales de empleo en los sectores público y privado para darse cuenta dónde está cayendo el costo de las políticas implementadas.

«La actividad real estaba estancada hacía años, pero las medidas iniciales sugieren que el estancamiento continuará luego de un descenso a un nivel incluso más bajo», advirtió.

Y enfatizó: «La estabilización y posterior crecimiento sostenible de nuestro país requiere unidad y no más divisiones. Eso implica diálogo y participación de todas las partes. No puede reducirse todo el proceso de cambio a la discusión parlamentaria por una sola Giga-Ley. Creo que este no es el camino».