La importancia de llamada «economía social», y en especial de las cooperativas de trabajo en nuestro país y en Latinoamérica ha sido un canal fundamental para atender las necesidades de la gente y crear puestos laborales en las comunidades.

El concepto de cooperativismo en todo el mundo ha sido muchas veces la alternativa para la verdadera inclusión social y para el cuidado de las familias de los pueblos libres.

En el mundo, este sistema de trabajo genera un volumen de negocio de casi 2035 billones de dólares. Al tiempo que en Argentina, actualmente más de 10 millones de personas se encuentran asociadas a una mutual en el país y junto a las cooperativas generan 227.086 puestos de trabajo.

La política de nuestro país durante las épocas de crisis económica, por un lado ha levantado la banderas, discursivamente, del cooperativismo como una posibilidad de crecimiento frente a la poca voluntad resolutiva, y por otro lado, ha denostado de muchas formas la organización y el esfuerzo pleno que conlleva sostener y mantener a flote una entidad de estás características.

Desde la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), presentaron al presidente Alberto Fernández una nota dictaminada en asamblea donde participaron todos los referentes de los diferentes nichos cooperativos del país, y le trasmitieron «el estado de alerta y preocupación» que atraviesan por la asfixia que vive hoy el cooperativismo «debido a la crisis productiva que atraviesa todo el territorio nacional».

La nota sigue: «Nuestras unidades productivas, con más de 20 años de actividad y con 80 mil trabajadores en todo el país, sabemos hacerlo. Desde diciembre de 2019 nos pusimos a disposición de los distintos ministerios para participar en la planificación y ejecución de políticas económicas que pongan al país en funcionamiento en torno a la producción y el trabajo, especialmente a lo que respecta al cooperativismo de trabajo».

En la misma también remarca que dentro del gabinete del Gobierno «creemos que hay funcionarios que prefieren los anuncios grandilocuentes, sin transformación real, o ponen trabas al desempeño, al aporte y la experiencia que pueda brindar nuestra institución a políticas públicas que fueron fuertemente desarrolladas durante muchos años en nuestro país».

Al respecto, en diálogo con Conclusión durante su visita a la nueva sede de la Federación de Cooperativas de Trabajo Santafesina, Christian Miño (presidente de la CNCT) explicó: «El país no está pasando por un buen momento económico social. Sabemos que el sector es una de las herramientas más importantes que hoy existe. No nos gusta que se plantee así porque siempre se toma al sector cooperativo como un emergente más en las crisis de los países latinoamericanos o demás países del mundo. Pero nosotros sabemos que es una herramienta y si los políticos se pusieran a pensar en una estrategia y un programa político sobre el sector cooperativas, viviríamos mucho mejor».

Miño contextualizó la problemática: «Con el gobierno nacional no hay una política hacia el sector cooperativo. Hicimos un documento en asamblea de la CNCT planteándole que no hay una política integral hacia el sector cooperativo. Haciendo un análisis, pasamos los cuatros años de uno de los peores gobiernos que fue el de Mauricio Macri, dos años de pandemia, pero hoy creemos que es necesario que se empiece a gestionar desde otro punto de vista desde el gobierno nacional porque creemos que la situación es realmente muy mala y no vemos que haya una política integral hacia el sector cooperativo«.

El referente de cooperativistas, al consultarle si hubo respuestas de parte del Gobierno, contó que «hubo algunas respuestas. Algunos funcionarios enojados nos llamaron. La preocupación nuestra no es el enojo de los funcionarios sino el enojo de los trabajadores por la situación que viene sucediendo y eso es lo que más nos preocupa. No ha habido grandes respuestas».

El dirigente de la CNCT puso de relieve que «uno de los motores de la economía es la construcción, el reciclado y la producción textil, sabemos que esos tres rubros motorizan la República Argentina, pero no hay una política integral».

Y agregó que también quieren «discutir los medios de comunicación comunitaria, la pauta, porque no se da pauta publicitaria a los sectores cooperativos de comunicación, del interior del país fundamentalmente, los cuales son importantísimos. ¿Por qué no se le da parte de la obra pública a los sectores cooperativos, parte, no queremos todo, hacemos planteos lógicos? ¿Por qué no se trabaja bien con los sectores de reciclado o con cooperativas textiles? Hay un montón de cosas que se pueden hacer y creo que hay que tener una política integral«.

«La situación es agobiante. Esperemos que se pueda ir solucionando porque la inflación nos viene destrozando. Necesitamos generación de trabajo y empleo genuino», definió el cooperativista.

Sobre la posibilidad de generar oportunidades a través del asociativismo entre los diferentes sectores de la economía, el representante de las cooperativas a nivel nacional dijo que «es importantísimo y hay que ser realistas. En la provincia de Mendoza, de Santa Fe, en la Patagonia sucede, pero siempre tenemos que trabajar con un Estado presente«.

Y concluyó: «Una cooperativa que produce tomates y necesita enlatarlo o necesita generar una botella, necesita que el Ministerio de la Producción haga un aporte económico o un préstamos sin tasa, o un subsidio para mejorar la maquinaria, sino es muy difícil que compitamos en el mercado en cuanto a costos. Lo que necesitamos es que los alimentos en la Argentina sean más baratos porque hoy el mayor problema es el alimento y en función de eso todas las problemáticas del momento».