Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

Las comisiones de Economía y de Industria de la Cámara de Diputados recibieron por invitación de la diputada misionera Cristina Brites y Axel Kicillof, que encabezaron el encuentro, a representantes de cámaras productivas de la industria maderera, quienes expusieron acerca de la «apremiante situación por la que atraviesa la foresto-industria de la provincia de Misiones». Desde el inicio del encuentro, motivado por la preocupación que ocasionó la noticia de que una empresa China instalaría unidades habitacionales en el país -que posteriormente se confirmó- emergió un drama de fondo asociado a la realidad geográfica, política y económica de esa provincia.

Aserradero en Misiones

Al comenzar la reunión en el anexo del Congreso, se dio por sentado que el Gobierno avanzó en un acuerdo con China para importar miles de casas prefabricadas que serían destinadas a viviendas sociales para ciudadanos de bajos recursos, que implicaria una inversión de 1.000 millones de dólares. También se sabía que la propuesta nació en diciembre y que por estos días una comitiva encabezada por el subsecretario de Vivienda y Urbanismo y titular del Procrear, Iván Kerr, gestiona la continuidad del negocio. Incluso que ya se estaría hablando en esferas gubernamentales que en el marco de las negociaciones que llevará adelante el presidente Macri en la visita de Estado a su par de China, Xi Jinpingen, todo giraría en torno al tema de las viviendas. La mala noticia llegó después de la confirmación que dio Leandro Alfonsín, director ejecutivo de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima).

En el marco del funcionamiento de las comisiones el tema fue central y entre tantos aspectos abordados, el desarrollo de la industria maderera, la calificación de la mano de obra de los trabajadores, se le sumó la falta de una legislación que promueva el consumo de casas de ese material y políticas en los municipios que contemplen la habilitación de unidades con estándares de construcción que garanticen la seguridad que necesiten sus moradores.

Otro de los aspectos considerados es que en materia financiera se necesita promover líneas de créditos a empresas y particulares para promover la construcción de viviendas para paliar el déficit habitacional en regiones que están necesitadas, o para satisfacer la demanda de quienes no encuentran propuestas mas accesibles. Cabe recordar que el Estado chino propuso financiar la construcción de viviendas a 20 años. Por otra parte, también se destacó la necesidad de promover un cambio cultural, impulsando en colegios de Arquitectos y escuelas técnicas los conocimiento de las propiedades y características de las viviendas construidas con ese material.

Diputados: Abél Furlán, Cristina Britez y Äxel Kicillof

Además, se demandó a las autoridades nacionales la atención necesaria para resolver la asimetrias económicas con los países lindantes, las cargas impositivas que gravan la industria, los costos de la energía, el combustibles, gas y los fletes que encarecen el producto por las distancias.

En síntesis, se necesita conocer e impulsar un cambio cultural profundo para dar cabida y amigabilidad a la idea de que vivir en una casa de madera es tan confortable y seguro como en las construcciones a las cuales estamos acostumbrados por nuestra tradición, pero en un contexto de políticas públicas que saquen de las postergación a las economías regionales y que no se las agreda con productos del exterior.

En diálogo con Conclusión, la diputada Cristina Brites de Misiones, señaló que «el impacto es duro porque la industria forestal es la más importante en nuestra provincia, de allí que el tema promueve las presencia del ministro de Industria, Luis Lichowski junto a los diputados misioneros presentes. Esto no solo se circunscribe a la yerba mate que aún no tiene solución por falta de voluntad política del Gobierno nacional, sino que es indispensable instalar una agenda en el Congreso y en la sociedad sobre lo que sucede con una actividad productiva movilizada fuertemente por los productos derivados de la madera, ante la inminencia de una crisis irreversible en el sector que arrastrará a más de 40 mil personas a una situación de desesperación».

Por su lado, el ex ministro de Economía consideró que “en un contexto recesivo, con fuerte caída de la demanda y la producción, abrir las importaciones es un crimen”.

También estuvo presente el ministro de Industria de Misiones, Luis Lichowski, quien señaló a Conclusión que los productores de madera terciada » tienen saturados sus galpones por falta de ventas, el gran esfuerzo por parte de los empresarios los tiene con crisis financiera, no saben que hacer con el terciado, sin embargo, sostienen los puestos de trabajo. hay capacidad instalada y mano de obra, para hacer esas viviendas que se están reclamando».

Respecto de la posibilidad de impulsar políticas tendientes a generar el consumo de productos derivados de la madera, Lichowski dijo a este medio que «se necesita un cambio cultural con algunas medidas a mediano y largo plazo. Modificar normativas y actualizar en los municipios la legislación para evaluar una casa de madera. Hace 6 meses que se aprobó el Reglamento Argentino de Construcción en Madera con normas ISSO 601, que trabajo Faima con el Inti. Además, incentivar la cultura de la industria de la madera en escuelas técnicas y en el corto plazo incentivar la demanda. Misiones es la única provincia que tiene barrios pequeños hecho por el estado con unidades habitacionales de madera, ninguna otra provincia las tiene».

«El financiamiento no existe -dijo  el ministro de Industria- es difícil conseguir un crédito para comprar una casa de madera. Seria pertinente en el ámbito legislativo analizar una normativa nacional específica que impulse la demanda. Se puede crecer en valor, en diseño y en la generación de empleo sustentable y con un buen nivel de calificación», explicó.

Proyecto de viviendas construidas con madera nacional

Y añadió: «Incluso, padecemos asimetrías externas en materia de costos con Paraguay que facilita el contrabando y asimetrias internas porque tenemos todo más caro para producir, la electricidad. el gas , el combustible, los alquileres y los fletes nos impactan fuertemente. Nuestra coparticipación es la mas baja, tenemos un retraso histórico. No obstante, poseemos el mayor desarrollo foresto-industrial y nos vienen con esto de las casas chinas. Misiones está en condiciones de competir en precio y en calidad con las casas importadas, falta política pública y tener el mismo financiamiento que ofrecen desde el exterior. A menos de 600 dólares el metro cuadrado o igual valor de construcción con más calidad es lo que puede ofrecer la industria misionera, solo hay que tomar las decisiones políticas adecuadas».

Según comentó a este medio Leandro Alfonsín, director ejecutivo de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), «existe en la cadena de valor un retroceso, la producción cayó 10% de la madera cerrada y las manufacturas, las ventas de muebles cayeron más de un 20%, los costos se incrementaron un 33% achicando los márgenes de rentabilidad, esto restó fuerza a la inversión en 2017. El dato curioso es que el sector es mano de obra intensivo, y a pesar de estos números el 72 % de los empresarios no modificarán su dotación. No se contratará más trabajadores pero no se despedirá a los que están».

En relación a las importaciones, el directivo especificó que la importación de muebles «fue de 25%, y hay que tener en cuenta que el 98% de las industrias son Pymes con un promedio de 11 trabajadores por empresa, la industria maderera esta en todo el país y se conforma con 27 cámaras, compuestas por desde los que plantan árboles para cerrar mnadera hasta el que hace marcos para puertas y la terminación de muebles».

Si bien aparecen muchos desafíos, por lo que se habla en materia productiva de lo que se viene en materia de automatización los próximos 15 años, el sector tiene muchísimo futuro, en el uso de madera en la construcción, en la utilización de madera para generar energía y el ultimo es llenar de intangibles la cadena de valor apelando al diseño y la innovación en los productos derivados de la madera, que gozan de recursos inmensos en talento y capacidad».

«Las casas chinas generaron trascendidos -dijo Alfonsín- esto preocupó, no teníamos respuesta, hasta que a principios de abril nos convocaron a una mesa de trabajo del Plan Belgrano Productivo a la que asistieron autoridades de distintos ministerios y del Inti, para mejorar el uso de la madera de construcción en Argentina. En ese contexto desde el ministerio de Interior nos confirmaron el ingreso de 14.000 casas chinas, y el día miércoles en una reunión con Ricardo Delgado, subsecretario de Coordinación de la Obra Pública Federal quien nos explicó como sería este proceso, nos confirmaron que las viviendas no serán prefabricadas, que se salió a buscar financiamiento para construirlas en el país, con convenios que involucren mano de obra nacional e insumo con un piso de 50% de procedencia nacional».

Al término de las exposiciones en el Anexo del Congreso, Kicillof, se comprometió a hacer «una reunión con legisladores y sectores productivos ante la similitud de situaciones que se plantean en distintas zonas fronterizas del país, dada la situación comercial e industrial por la porosidad de las fronteras en el norte y sur de Argentina. Hay lugares en los que se observa un enorme tráfico de personas, productos y servicios que deteriora las economía regionales porque se han convertido en grandes receptores de las importaciones, sea con modalidad formal o contrabando».

El ex funcionario, abundó expresando que esto «incluye las compras en internet que produce micro-importación, pero que se convierte en un fenómeno masivo que ocasiona el deterioros de los sectores productivos internos, Estamos planificando esa reunión para la situación de Misiones que es dramática y también porque esta vinculada a la cuestión cambiaría. Hay que actuar pronto porque las consecuencias son difíciles de revertir una vez que se arruina la economía de las pequeñas empresas por mas que cambien las condiciones macro-económicas», concluyó.