El secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, admitió este lunes que la inflación de enero será «más alta» que la de diciembre, cuando el índice fue del 5,1%. Así, el funcionario reconoció que en este primer mes del 2023 no se podrá cumplir con la meta del Ministerio de Economía de de ir bajando los índices para llegar a un 3% en abril.

Si bien el funcionario remarcó que «este modelo productivo tiene el número de desocupación más bajo de los últimos años», reconoció también que «al que trabaja no le alcanza la plata».

En una entrevista radial, de Mendiguren apuntó que entre las causas de la nueva disparada inflacionaria, hay cuestiones «estacionales». Por ejemplo, señaló que en la temporada hubo movimiento turístico y abusos de precios. «El límite lo pone muchas veces la capacidad de compra de la gente», que compra igual, con «precios que no debería convalidar».

El secretario de de Industria aseguró que al equipo económico lo «desvela la inflación y convocar a las paritarias y al Consejo del Salario para que no se siga perdiendo el poder adquisitivo».

Además advirtió que hay gente «con capitales muy importantes que apuesta a una devaluación brusca desde agosto del años pasado». «Nosotros pensamos que una devaluación brusca hubiera traído un problema enorme a la Argentina porque sin reservas, con la inflación que tiene el país y la licuación del salario real esa combinación es terrible. Por eso, hacemos todos los trabajos que hay que hacer para desalentar las expectativas», sostuvo.

¿Bomba económica?

En cuanto al comunicado que hizo público Juntos por el Cambio, en el que alertó sobre una «bomba económica para el próximos Gobierno», de Mendiguren fue contundente: «Si hay gente que dejó bombas realmente son los que hoy integran la oposición. Me extraña mucho de los radicales, porque en 2001 el radicalismo y el peronismo hicieron un acuerdo de salir juntos de la crisis», enfatizó.

Además, recordó que en 2019 «dejaron un país con default en pesos y en dólares» y  «sí o sí había que renegociar con el FMI porque era impagable lo que habían firmado». «Entonces, este Gobierno se encargó de desarmar esas bombas: fue al FMI, negoció con el Club de París, con los acreedores privados. ¿Quién es especialista en dejar bombas y quién en desarmarlas?», concluyó.