El Ejecutivo nacional necesita, en esta etapa, hacerse de una cantidad de dólares para cumplir las metas pactadas con el Fondo Monetario Internacional y, con esta meta, lanzó una segunda edición del llamado Dólar Soja. Esta medida, con la que el Ministerio de Economía espera que las agroexportadoras liquiden US$ 3.000 millones, implica que el Estado gastará más de 130.000 millones de pesos para financiar el dólar a $230.

Surge entonces, la inevitable pregunta. ¿Hasta cuando los beneficios serán para los sectores que más ganancias han obtenido en las últimas décadas, aún en los períodos de crisis  más profunda? Tan sólo en la primera jornada del Dólar Soja II, las patronales del Campo vendieron 292 millones de dólares.

Pero, lo verdaderamente importante es qué significó esto para el Estado argentino? Bueno, nada más y nada menos que una transferencia desde el Estado de 130.000 millones de pesos. Un monto con el que podrían financiarse el equivalente a tres meses se Asignaciones Universales por Hijo (AHU), programa que, justamente, se ve recortado en el Presupuesto 2023 aprobado recientemente.

Si las agroexportadoras liquidaran los US$3.000 de las exportaciones de soja a $165 (tipo de cambio mayorista actual) recibirían luego de descontar las retenciones $331.650 millones, pero con un tipo de cambio a $230 este sector embolsará $ 462.300 millones. De allí surge que la diferencia extra que ganan es de $130.650 millones.

En el plano de las comparaciones, vale recordar que el Gobierno Nacional impulsó un refuerzo alimentario para los meses de diciembre y noviembre para los sectores más vulnerables, al cual sólo tendrán acceso un millón de personas (en el país hay más de 4 millones que viven en la indigencia). Por ende, y de cumplirse las previsiones del Ministerio de Economía, el Estado deberá destinar el doble del monto total del refuerzo alimentario para cubrir la segunda edición del dólar soja. Es decir, con ese dinero se podría otorgar el bono a 2 millones de personas.

Pero, el objetivo primario de la medida puede decirse que es la acumulación de dólares para pagar la deuda externa contraída durante la gestión de Mauricio Macri. Con este horizonte en primer plano, sólo el arranque de esta etapa segunda etapa constituyó la mitad del monto operado en el mercado de cambios por el Banco Central (BCRA), que alcanzó este lunes los US$ 594,1 millones. Los ingresos provenientes del agro con el cambio a $230 por dólar alcanzaron US$ 292,3 millones. Así, el Banco Central pudo revertir las tendencias de las últimas semanas, y cerrar la jornada con un saldo a favor de US$ 192 millones.

De todos modos, los economistas advierten que esta medida es sólo un paliativo que aplaza el problema. Hay varios factores preocupantes, la sequía afecta la cosecha de trigo y habrá menor liquidación, mientras continúa la sangría de dólares por las importaciones, los intereses de la deuda y las remisiones de utilidades de las multinacionales a sus casas matrices.

Con este horizonte, y la presión de cumplimiento de las metas impuestas por el FMI, es de esperar que los tipos de cambio  direccionados a sectores específicos privilegiados se sigan expandiendo.

Fuente: La Izquierda Diario