El economistas Miguel Ángel Boggiano afirmó hoy que al menos «un millón de empleados del Estado deberá pasar al sector privado» en los próximos años para reducir el déficit fiscal del gobierno.
Boggiano sostuvo en una entrevista con Diario Popular que la administración del gasto público conforma «el principal problema» de la Argentina.
El economista destacó una idea esbozada recientemente por el designado ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, que consiste en endeudarse con el FMI para bajar los costos laborales y que de esa manera las empresas puedan absorber empleo público.
«El déficit fiscal es el principal problema que tiene la Argentina: va a dificultar el acceso al financiamiento que tiene la Argentina el año que viene, que supera cómodamente los U$S 30.000 millones», analizó el director de la consultora Carta Financiera.
Aseguró Boggiano que el gobierno se va a tener que ocupar de conseguir ese dinero y los inversores externos lo primero que van a preguntar es por el déficit fiscal, porque si no lo arreglan o no van a prestar o van a cobrar más caro el préstamo.
Sostuvo el economista que el FMI pregunta ahora menos que en los años 90 a la hora de prestar dinero y es menos exigente en cuanto a los números macro, «pero es bastante ingenuo pensar que no pone sus condiciones».
«El FMI viene con el garrote escondido. Uno puede descontar la deuda contra los tenedores clásicos, al Fondo se le paga o se le paga, porque no existe no devolverle la plata», dijo el economista.
Boggiano dijo que el gobierno tiene que resolver múltiples problemas que se le acumularon en 12 años, por lo que destacó lo señalado por Dujovne en noviembre: la cantidad de empleados públicos.
«Dujovne decía que los empleados del Estado crecieron más de lo que creció la población. La cuenta le da más o menos que hay un millón de empleados públicos que sobran, y que fue la manera de simular que no había desempleo», apuntó.
Este economista dijo que se debería «diseñar algún plan por el cual se abaraten los costos de contratar y eso sí va a tener un costo fiscal para el Estado», pero generará que empleados estatales pasen al sector privado.
