Los rumores sobre el resultado de la reunión del viernes entre el ministro de Transporte de la Nación, Mario Meoni, y la CEO de Latam, Rosario Altgelt, fue que se trató de un encuentro decepcionante y un «off the record» que desde el Ministerio de Transporte hizo circular con el mensaje de que se trataba de una «decisión tomada».

Pero hoy, desde Transporte admiten que la situación es prácticamente irreversible. «Están complicados a nivel mundial por la pandemia, en los últimos tres años perdieron u$s 350 millones en la Argentina, y los accionistas decidieron no seguir rescatando las operaciones en el país», aseguró una fuente del Ministerio que estuvo en la reunión. «Para ellos es más fácil cesar las operaciones, pues no entregan las rutas aéreas, las mantienen por 180 días, y además dejan de poner plata a pérdida», añadió ese vocero.

La «Revolución de los Aviones» de Mauricio Macri y Guillermo Dietrich dejó un aeropuerto pequeño a nuevo, pagado por el Estado (El Palomar), un sinfín de aerolíneas low cost que se anotaron para nunca volar, otras que sí lo hicieron con subsidios, y enormes pérdidas para Aerolíneas Argentinas y Latam.

La misma empresa que, cuando era la chilena LAN (luego se fusionó con la brasileña TAM), llegó al país durante el gobierno de Néstor Kirchner, obtuvo ganancias hasta el 2015, pero luego no pudo resistir la combinación de cuatro años de Mauricio Macri y el coronavirus.

Si el panorama ya era difícil, se agrega que el año próximo a Latam se le vence el leasing (alquiler con opción a compra) de 12 aviones que usa en la Argentina, pues cumplieron 17 años de uso. Y esa sería una inversión que no están dispuestos a hacer en el país.

«Les pedimos que sigan operando cabotaje, haremos todo lo necesario para ello, pero según parece no va a alcanzar», admitió otra fuente oficial consultada.

En el Ministerio de Transporte asumen que poco les queda por hacer, y que los próximos capítulos de esta historia se contarán desde Trabajo, la cartera que lidera Claudio Moroni. La semana que ya comienza se darán las primeras audiencias entre los gremios y un empleador en fuga.

Está en juego el futuro de 1.715 trabajadores. Algunos de ellos con una formación larga y costosa, como pilotos y mecánicos. La opción de rescatarlos a algunos para Aerolíneas Argentinas, que una vez restablecida la normalidad buscará cubrir los huecos que dejó Latam, se está barajando. Pero es una discusión que recién comienza.