La sequía, fenómeno instalado en los últimos tiempos en la provincia de Santa Fe, ha hecho y sigue haciendo estragos en el territorio. La escasez de lluvias en la región provocó que se resienta el funcionamiento de la actividad agropecuaria, con cultivos perdidos y un suelo que no es fértil y llevó a pérdidas económicas considerables.

Ante ello, en el marco de la muestra ExpoAgro, que se lleva a cabo en la ciudad de San Nicolás, el ministro de Producción de la provincia, Daniel Costamagna, mantuvo una reunión con los representantes de entidades del sector y proveedores de insumos y servicios, este miércoles, con el objetivo de evaluar medidas para aliviar la situación alarmante del rubro.

Allí se analizó el impacto de la sequía sobre los sistemas productivos, en un encuentro que también contó con la participación de representantes de otros actores de la cadena de valor del sector agropecuario, bajo el fin de abordar de manera conjunta distintas alternativas de acompañamiento, a los fines de evitar la pérdida de producción y de productores.

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Según el funcionario, «estas instancias de trabajo son muy importantes, ya que esta situación climática afecta de manera directa e indirecta a numerosos proveedores de insumos y servicios de cada pueblo de la provincia».

También se indicó que la logística del transporte de carga ha visto caer considerablemente los volúmenes que transporta, impactando en la economía de muchas localidades santafesinas.

Actualmente están en marcha una serie de programas y líneas de financiamiento, con fondos provinciales y nacionales, para ayudar a las actividades afectadas por la sequía, entre las que se cuentan la ganadería, la agricultura y la apicultura.