El Gobierno evalúa, por estos momentos, que el dinero que inyecta a las empresas a través del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) deje de tener forma de subsidio y pase a ser un préstamos para devolver, reveló el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

Kulfas consideró en declaraciones radiales que la Argentina atraviesa una «situación muy crítica» como resultado del impacto de la pandemia de Covid-19 y la necesidad del aislamiento social para contener el avance del virus.

El funcionario precisó que a fines de marzo sólo el 43% de la economía estaba funcionando dentro de los márgenes que permitía la «nueva normalidad» y ahora en el interior del país hay sectores que ya están en un 100%.

En declaraciones radiales, Kulfas dijo que la «nueva normalidad» ya está en 21 de las 24 jurisdicciones, mientras que en el Área Metropolitana de Buenos Aires el aislamiento sigue estricto sobre el 35% de la actividad.
«En ese sentido, el empleo sufre porque hay empresas que no pueden sostenerlo. Pero por otro lado, se ha logrado el sostenimiento de muchas fuentes laborales con los programas de apoyo (estatal)», dijo el funcionario.

Entre esos programas se encuentra el ATP, que por un lado ofrece créditos a tasa cero para monotributistas y autónomos y por otro abona hasta el 50% del salario de los trabajadores en relación de dependencia del sector privado.

Kulfas reveló que «es una posibilidad y se está evaluando» que el ATP deje de ser un subsidio directo y pase a ser un préstamos que las empresas puedan tomar para abonar salarios y que luego tengan que devolver.

Está claro, consideró el ministro, que a medida que las empresas vuelvan a funcionar van a ir necesitando un nivel de apoyo estatal cada vez menor, pero que las puertas se reabran no significa que las compañías ya no tengan inconvenientes.

«En el turismo, cultura, deporte hay que seguir subsidiando», dijo el funcionario y señaló que «el rebote de la economía va a ser lento. En mayo estuvimos mejor que abril, en junio sigue mejorando».