La portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, admitió este jueves que los índices inflacionarios que dio a conocer el Indec, que escaló en febrero hasta el  6,6% «es un dato malísimo» y aseguró que el Gobierno «sigue con su compromiso firme para que vaya bajando».

En la conferencia de prensa brindada este jueves en Casa Rosada, la vocera dijo que se pueden «dar explicaciones» respecto al incremento de los precios, «pero no son excusas frente a los que tienen que ir todos los días al almacén». «Es un dato malo, malísimo y no era el esperado», aseguró. 

En ese sentido, apuntó a cuestiones estacionales, como la incidencia de la sequía en el aumento del precio de la carne y a la imposibilidad de regular los precios de telefonía e internet por «presentaciones que hicieron en la Justicia los representantes de los grandes medios».

«La sequía hizo aumentar el precio de la carne en más de 20 puntos y de alguna manera eso también pasó con los lácteos» apuntó Cerutti al tiempo que aseguró que «las empresas de telefonía, de cable, de servicios web siguen aumentando de forma indiscriminada el precio para los usuarios», afirmó al tiempo que al tiempo que cuestionó que «se le está negando la posibilidad al Gobierno nacional de regular los precios de los servicios de comunicación», debido a que, a pesar de un decreto que los declara servicio público, «no puede intervenir por las presentaciones que hicieron en la Justicia los representantes de los grandes medios».

Al margen de esos puntos, la vocera presidencial remarcó que el Gobierno «entiende que se hace muy difícil la vida cotidiana, la previsión, el estado de ánimo de la población» con estos niveles de inflación.

Por otra parte, negó cuestionamientos de Alberto Fernández a Massa y aseveró que «no hay ningún reproche del Presidente al ministro de Economía» sino que, por el contrario, «están trabajando juntos codo a codo y los dos tienen el mismo compromiso» en cuanto a la reducción de la inflación.

Cerruti valoró que Massa «se hizo cargo del Ministerio en una situación muy compleja» y en su defensa planteó que «es muy fácil decir cosas o escribir tuits cuando uno está en la oposición o no tiene que gobernar»