Aunque comenzó el año con la intención de reducir los subsidios a la energía -uno de los principales lastres de las cuentas públicas- el Gobierno nacional terminará 2014 con la receta contraria, pues otorgará subsidios a las empresas petroleras para evitar que caigan sus producciones frente a la caída en el precio internacional del crudo.

La decisión gubernamental priorizó que serán subsidiadas aquellas firmas que sostengan o incrementen las exportaciones, una de las pocas vías por las que ingresan dólares a la Argentina. Así lo informó hoy el diario La Nación.

La producción de petróleo disminuyó 1,6% en octubre pasado con respecto al mismo período del año anterior, mientras que en los últimos 12 meses acumula una baja de 1,1 por ciento. La iniciativa abarca a la estatal YPF y a las norteamerican Chevron, la francesa Total y la brasileña Petrobras, entre otras.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, había presentado la medida en conferencia de prensa frente a empresarios, las provincias y los sindicatos en el marco del acuerdo para bajar 5% los combustibles y el precio del petróleo en el mercado interno a partir del 1° de enero

El objetivo es que las petroleras sostengan o aumenten la producción hasta 3 dólares por barril de petróleo que produzcan, ya que ante la caída en el precio del crudo podría empezar a registrarse una parálisis en las inversiones.

La receta fue puesta en conocimiento de los interesados como un programa de estímulo a la producción y exportación de petróleo. «No podemos darnos el lujo de dar un paso adelante y volver a dar dos pasos atrás por una cuestión internacional», justificó.

Originalmente la idea surgió de discusiones entre Economía y ejecutivos de YPF, que conduce Miguel Galuccio. Kicillof y su equipo terminarán de definir los detalles en los próximos días. Para lo cual están previstas reuniones entre funcionarios y empresarios.

Economía replicó el formato del subsidio al petróleo de un programa similar que puso en práctica para apuntalar la producción de gas, cuya importación es una de las responsables de los problemas cambiarios.

El denominado Plan Gas se usa para premiar a las empresas que se comprometieron con el Gobierno a aumentar la producción. Este plan les asegura un valor de 7,5 dólares por millón de BTU (la unidad de medida), muy por encima, por ejemplo, de lo que se paga hoy en Estados Unidos.

El resultado de la decisión de compensar a las petroleras para garantizar la producción y amortiguar la baja de los combustibles ya fue puesta en duda por las cámaras de expendedores y algunos gobernadores.

Por su parte, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, aseguró esta semana que 2014 “fue un año excepcional” para la compañía, pero vaticinó que 2015 “va a ser complicado” para la petrolera “por el contexto internacional”. Todo indica que habrá que esperar.