Un artículo de opinión firmado por Simeon Tegel en el Washington Post, esta semana, puso en duda las chances del presidente argentino Mauricio Macri de lograr la reelección en los comicios de octubre (luego de las Paso que serán el 11 de agosto).

«Todo indicaba, en diciembre de 2015, había terminado la era peronista, basada en el intervencionismo estatal y un ferviente nacionalismo, que había dominado el país por los últimos 80 años» consideró Tegel, y se preguntó: «¿Por qué apenas cuatro años después Cristina Fernández de Kirchner, con una docena de acusaciones judiciales en sus espaldas, parece en las puertas de un posible regreso?

La respuesta que emergió, clara, fue «el desafortunado manejo de Macri de sus reformas económicas, que arrastraron a la Argentina a otra de las periódicas depresiones que asolaron al país a lo largo de los últimos cien años.»

El periódico estadounidense es uno de los más influyentes de Occidente, y es recordado entre otras cosas por haber revelado el escándalo Watergate.

En la nota publicada allí, se relata que «Mauricio Macri se presentó en 2015 como un empresario de centro derecha que prometió modernizar la economía y las instituciones públicas con políticas de libre mercado que debían concluir en la pobreza cero». El inclumplimiento de sus promesas u objetivos lleva a la realidad de hoy.

Para graficar la dimensión del «fracaso macrista», Tegel se explayó sobre las variables macroeconómicas argentinas, entre las cuales cuesta mucho hallar un guarismo positivo. Por empezar, resaltó que para este año se espera una inflación superior al 40 por ciento.

Por su parte, la tasa de desocupación superó el 10 por ciento, cifra más alta desde 2006. El Producto Bruto Interno (PBI) decreció 6 por ciento aproximadamente en el primer cuatrimestre. Las cifras de endeudamiento, en tanto, son estremecedoras. Macri tomó, sólo con el FMI, un crédito de 57 mil millones de dólares «el más grande en la historia del organismo», sentenció.

El análisis de Tegel, tras ese panorama, es elocuente: «El efecto fue devastador, particularmente para los pobres».

No obstante, si bien por su performance en el Gobierno afirma que la reelección es complicada no da por cerrada la elección, al decir que el país «está claramente polarizado».

Se toma allí un espacio para abundar en la situación judicial de Cristina Kirchner, con varias causas abiertas en la Justicia, a la vez que aclara que la ex presidenta aduce una «manipulación político-judicial» y que desmiente su participación en hechos de corrupción.

«Los votantes argentinos tendrán que elegir entre ignorar las acusaciones contra Kirchner o darle una segunda oportunidad a Macri, que prometió prosperidad pero hasta ahora solo trajo un colapso económico», cerró el artículo de Tegel en el Washington Post.