«Estamos yendo a un acuerdo con el FMI, que va a ser muy costoso en términos sociales, productivos, en términos de nueva deuda. Y esos recursos van a correr la misma suerte que toda la deuda que tomó el gobierno. La principal fuente de presión cambiaria hoy es la fuga, lo dijo el Banco Central. Es el peor de los escenarios».

La definición es de Mercedes Marcó del Pont, economista y presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) entre 2010 y 2013, quien aseguró que «la volatilidad va a seguir» ya que «los que tienen información y capacidad, los grandes inversores, van a estar hasta último momento haciendo diferencia con la tasa de Lebac al 47%, son tasas muy atractivas».

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La analista, de vertiente «desarrollista», pasó por Rosario para disertar en la diplomatura de formación sindical que se realiza en la Asociación de Empleados de Comercio (AEC), y dialogó con Conclusión sobre los principales temas de la agenda económica de estos días.

Los orígenes de la crisis

Para Marcó del Pont, «el gobierno está en una encerrona muy fuerte» pero «es un desenlace anunciado».

«Todo lo que viene ocurriendo es resultante de decisiones de política económica que adoptó el gobierno ni bien asumió, y que nos hicieron crecientemente vulnerables a los mercados financieros internacionales.

«Todo lo que viene ocurriendo es resultante de decisiones de política económica que adoptó el gobierno ni bien asumió»

Ni bien asumió el gobierno liberó la entrada y salida de capitales financieros especulativos, y eliminó toda regulación en el mercado de cambio, es decir que cualquiera puede comprar dólares para ahorrar y fugar hasta el límite que se le de la gana.

Esto sumado a un contexto global más complicado (aumentó la tasa en Estados Unidos, entre otras cosas), hizo que vivamos una disparada de capitales que habían ingresado libremente, después lo que siguió y ahora presiona el tipo de cambio es la dolarización de ahorros argentinos, fuga de capitales», precisó la economista.

La ex titular del BCRA consideró que «fueron decisiones innecesarias». Además, mostró preocupación por la ley que se enviará al Congreso para blindar la «autonomía» del Banco Central.

«Es un proyecto para volver al BCRA más ‘independiente’ del poder político, que en última instancia es elegido democráticamente, para subordinarlo al poder del mercado financiero. Espero que no salga esa ley», afirmó.

El manejo del BCRA frente a la corrida

Como toda persona que presidió el Banco Central, al menos en los últimos 25 años, Mercedes Marcó del Pont tuvo que enfrentar fuertes presiones cambiarias.

Respecto al modo en que se manejó el directorio comandado por Federico Sturzenegger, eyectado de su cargo hace unos días, frente a la corrida cambiaria, Marcó del Pont lo definió «errático».

«No se sabía que quería hacer el BCRA. Cuando estás frente a una corrida, hay que pararlo pero saber que se tienen espaldas. El Banco intervenía, lo bajaba, después retrocedía, venía alguien y compraba barato, vendía caro, y volvía a intervenir.

«No se entendió lo que quiso hacer el BCRA frente a la corrida. Intervenía, lo bajaba, después retrocedía. Hay gente que compró dólar barato, la justicia investigará»

No se entendió lo que quiso hacer. Cuando puso 5.000 millones de dólares sobre la mesa, se tranquilizó. Yo hacía lo mismo. Los tendría que haber mantenido por lo menos hasta que entraran los 15.000 millones del FMI. Los retiró y pegó el salto. Estas idas y venidas han generado ganancias extraordinarias a algunos sectores», precisó.

«La justicia investigará, hay fondos importantes que compraron barato, hay que ver si tenían información privilegiada. Es el problema de estar gobernados por actores económicos que representan capitales extranjeros (para quienes volverán a trabajar cuando dejen la función pública), su corazón esta con establishment financiero, no con pueblo argentino», agregó la economista.

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Sobre el cambio de nombres en la cúpula del Banco Central, con la llegada de Luis Caputo, Marcó del Pont afirmó que «el problema es la política» y que «no es una cuestión de nombres».

«El gobierno viene gastando muchos cartuchos. En medio de la corrida se anunció lo del FMI, no se tranquilizó, Caputo dijo ‘licito 7500 millones; nada, después cambió nombre en el BCRA, siguió la corrida. La demanda sigue, bajó 30 centavos ahora, no bajó mucho, la presión cambiaria sigue», aseguró.

El ascenso de Argentina como mercado «emergente»

En estos días la consultora Morgan Stanley, que califica las distintas economías mundiales respecto a su grado de riesgo, ascendió al país, que era considerado un mercado «de frontera» y que pasó a ser «emergente».

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«Es parte del apoyo político de los mercados financieros al gobierno. Es sospechoso que hasta 2017, los informes decían ‘todavía no, Argentina se ha portado bien ha liberalizado todo, pero todavía no’ y ahora que el escenario empeoró, objetivamente, nos recategorizan.

«Son empresas que trabajan para fondos financieros especulativos, y pretenden, ante el ensombrecimiento del panorama político, garantizar que no venga un ‘gobierno irresponsable y populista’ que revierta las condiciones del mercado», ponderó.

El escenario futuro

En cuanto a lo que puede esperarse de la economía en los próximos meses, Marcó del Pont se balancea entre la cautela y la alarma.

«Lo primero que hay que hacer es no ser irresponsable con los términos utilizados. No creo que vayamos a una dolarización. Ni dolarización ni corralito , no hay condiciones para que se termine así. El gobierno ha dolarizado la deuda, eso si es un problema estructural que se ha repetido. Está tomando deuda en dólares para, se supone, pagar requerimientos en pesos», explicó.

«Hay que ser responsables con lo que se dice. No hay condiciones para una dolarización ni un corralito»

«La economía crecería 0,4 y 1,3 según estimaciones oficiales, es decir que este año lo dieron por perdido. Creo que vamos a estar en un estancamiento en el mejor caso. Inflación en torno al 30%, deterioro del ingreso de trabajadores, si bien se empiezan a activar ciertas cláusulas no tan automáticas por lo perdido en remuneraciones salariales. Veo un escenario de deterioro», agregó la analista ex UBA y Universidad de Yale.

Y añadió que «lo mejor de este programa económico en términos productivos ya pasó. Ahora viene la cara más terrible: ajuste, retracción de la inversión pública, disminución de transferencias, disminución jubilaciones y asignaciones por cambio de fórmula, el impacto en alimentos de esta devaluación. Es más de lo mismo que hemos vivido en contexto de políticas similares».

«Veo un 2019 malo. No hay razones para creer que va a ser bueno. El ajuste pedido por el FMI será mayor al de este año. Lo que sí dan es un changüi para gastar mas en planes sociales (hasta 0,4% del PBI). Es decir creen que aumentará la conflictividad social.

«Veo un 2019 malo. No hay razones para creer que va a ser bueno. El ajuste pedido por el FMI será mayor al de este año»

No hay razones para esperar un rebote. El mundo no reacciona, el consumo ¿a partir de donde va a reaccionar? La inversión pública se ajustará brutalmente. En el gobierno están confiados con los Programas de Participación Público-Privada (PPP), aseguran que las inversiones van a venir por ahí, y para Argentina eso es deuda que no se ha explicitado, son un riesgo enorme, ahora se está mostrando a nivel mundial , que son un peligro para países soberanos, ya que el estado asume el riesgo, cubre contratos. Están dolarizados esos contratos», clarificó Marcó del Pont.

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Sobre la devualación y su relativo efecto sobre la competividad de la economía y la cuenta externa, la ex BCRA afirmó que «no se resuelve así».

«Hablaba con un gran industrial, y le preguntaba si iba a exportar más con este tipo de cambio, y no necesariamente, porque el comercio mundial está muy cerrado. Va a tener mayor ganancia el sector exportador, pero esa ganancia, a dónde va.

El problema es que una devaluación no resuelve el tema de la competitividad argentina, fundamentalmente porque se va rápido a precios con energía dolarizada y porque el contexto global no es amigable para mejorar exportaciones. Es suicida lo que se hace en términos de apertura» cerró.