Desde la Federación Agraria se trazó un crudo panorama del sector rural. “Cuando sube un centavo el dólar nos dan un tirón en la billetera”, explicó Luis García, productor agropecuario y dirigente de la Federación Agraria Argentina, Filial Tandil, en diálogo con La Voz.  Además García señaló que con la quita de retenciones se llenaron de plata los exportadores, acopiadores y cooperativas.

El productor agropecuario detalló que el sector atraviesa un duro momento y si bien destacó que “se ve que están invirtiendo dinero en la construcción de rutas y caminos”, admitió que financieramente no están mejor que en el 2015. Asimismo enumeró que con la última cuota de Impuesto Rural Inmobiliario “en algunas parcelas hubo incrementos bastante importantes. No sé cuál es el criterio que utilizan. Yo en el caso particular, tengo dos pequeñas parcelas y en una se aplicó el revalúo y en la otra no”. Para graficar la difícil situación, detalló que “hay productores en la zona de Juan N. Fernández y Claraz, campos netamente ganaderos, que no lo van a poder pagar al impuesto porque son explotaciones agrícolas y no son muy rentables por el tema de la ganadería”.

Fue tajante a la hora de hablar sobre la situación del sector “la situación del agro no es tan halagüeña. En el trigo hay récord en la cosecha, pero se necesitan 4.000 kilos por hectárea para pagar el costo y la mayoría no llegó a 4.000 kilos. Con relación al maíz y girasol. En el caso del maíz donde hubo lluvias esos lotes están bien, mientras que muchos girasoles en flor que se secaron por falta de agua. El partido de Tandil es muy dispar”. “No se puede seguir cargando el peso sobre la espalda de los productores que no vienen bien”, sostuvo García.

Asimismo, mencionó que “se sacaron las retenciones y no nos salvamos con la quita de retenciones. Se llenaron de plata los exportadores, acopiadores y cooperativas, pero los productores, muy pocos. Además bajaron los precios internacionales”.

Al ser consultado respecto de la situación del sector en comparación con la actualidad y el 2015, aseveró “son dos cosas completamente distintas. Son cosas distintas. El dinero que se recauda ahora se invierte mejor, se hacen rutas, pero no estamos mejor financieramente que en el 2015”.

Economías regionales y dólar

Luis García hizo referencia a las dificultades de las economías regionales y aportó un dato por demás preocupante de esta zona papera “en febrero del año pasado una bolsa de papa valía 150 pesos en el Mercado Concentrador y ahora vale 50 pesos menos”.

Seguidamente dijo que “los precios combustibles cambiaron y las cargas sociales son impagables. Todos los costos están dolarizados y cada vez que aumenta un centavo el dólar nos pegan un tirón en la billetera”. “El gasoil también. Cuando el barrial no valía nada teníamos un acuerdo con Venezuela. Y ahora cuando aumenta el barril aumenta el gasoil, con un alto componente impositivo”, señaló.

Y agregó: “Hay que hacer una reformulación del estado. Es una vaca a la que le sacamos toda la leche, tenemos que mirar el ejemplo al mundo. Hace 15 años España daba subsidios. Le sobraba la plata porque vendían los productos muy bien a los otros integrantes de la Comunidad Económica Europea. Es lo mismo que hacíamos nosotros. Ahora se les terminó y ahora los españoles hasta por una por una subvención que cobra la nieta del Rey”.

“En el mundo se van a tener que dar cuenta no se le puede seguir sacando a la producción. No puede competir con el estado. Qué actividad da para pagar un 28 de interés. Los bancos se llenan de plata prestándole al estado, los productores no pueden sacar créditos a esa tasa”, alertó.

“Vamos a ver cuando nos tengamos que comer las oficinas, los muebles cuando el sector agropecuario deje de producir vamos a ver qué vamos a comer, va a ser interesante”, agregó.

García dijo que “es la cruda realidad del país, se ve con desagrado como se toma una medida de echar a familiares de políticos en la Nación; la gobernadora también lo hace y llegas a Tandil y dicen no vamos a sacar a nadie; tienen hasta la sirvienta a cargo del estado”.

Aludió a una situación particular “mi hijo trabaja conmigo. Se recibió de ingeniero agrónomo y dijo que no quería estar vendiendo productos, sino aplicar lo que aprendió en la producción, sino tendríamos un ingeniero industrial en una farmacia. Es para desarrollarse profesionalmente, no para asegurar un ingreso. La termino porque si digo algo en contra me mandan carta documento”.