El equipo económico del Frente Renovador, encabezado por el diputado Marco Lavagna, analizó la marcha de la inflación y el número publicado por Indec para el mes de septiembre, que a nivel nacional fue de 6,5%. Así, la suba de precios del último mes a nivel país fue la más alta desde abril de 2002.

Según destaca el informe del IPC Congreso, en el Gran Buenos Aires el alza fue levemente superior (+6,6% mensual), aunque en el Noreste fue donde se registró el mayor incremento de precios (+7,3%), seguido por la región de Cuyo (+6,8%).

Por otra parte, la medición estableció que en los últimos seis meses la inflación fue de 24,1%, levemente por debajo de la inflación de todo el año 2017 (+24,8%). De esta manera, los precios subieron a un ritmo de 3,7% promedio mensual en el último semestre, lo que equivale a un incremento anualizado de 54%. Resultado de la marcada aceleración inflacionaria de los últimos meses, en septiembre los precios exhibieron un alza de 40,5% respecto de 12 meses atrás, acelerándose por quinto mes consecutivo.

Cabe destacar que una vez más, los aumentos autorizados por el gobierno impulsaron la inflación de septiembre, tal como ocurrió con el transporte público o la tarifa eléctrica. Por eso, los precios regulados exhibieron una suba de 4,7% en el mes.

En tanto que los incrementos puntuales se conjugaron con los aumentos resultantes de la suba del dólar, lo cual se reflejó en el alza del IPC Núcleo: el índice que excluye los precios regulados y estacionales creció 7,6% mensual en septiembre, dando cuenta de que estamos ante un proceso generalizado de inflación elevada.

El capítulo Alimentos y bebidas no alcohólicas fue de los que más subió en septiembre, con un incremento de 7%, lo que genera gran preocupación considerando que representa cerca de un tercio del gasto de los hogares.

De no mediar nuevas disrupciones cambiarias, es probable que en el cuarto trimestre del año la inflación se modere respecto del pico de septiembre. Sin embargo, las subas de precios continuarán en valores elevados: aún restan nuevos incrementos en las tarifas de servicios regulados (caso del transporte público, del gas y la medicina prepaga), además de los efectos de “segunda ronda” que se esperan por la suba del dólar.