El ministro de Economía, Axel Kicillof, calificó hoy como «un cambio histórico» la decisión de la ONU de avanzar en el establecimiento de un marco jurídico multilateral para los procesos de reestructuración de deudas soberanas, tras la presentación de la propuesta argentina ante las Naciones Unidas que, según el funcionario, «tiene como hecho especial no sólo el hecho de ser una propuesta de nuestro país, sino que obtuvo el inmediato eco del G77 y el apoyo de China, que se refleja en este gran avance internacional».

En una entrevista mantenida con la agencia de noticias Télam en Beijing, donde participa de la gira que emprende por ese país la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, Kicillof celebró que la Argentina «está a nivel de proponer reglas en el debate para definir como será en adelante este proceso de reestructuración» y agregó que «si bien tenemos en claro que habrá países en contra de esta lucha y que defenderán sus intereses financieros, estamos buscando obtener algo que tendrá dimensión histórica, sin ninguna duda».

Kicillof dijo que «la verdad es que venimos trabajando en una agenda muy apretada para obtener algo que tiene dimensión histórica. Hay que tener en cuenta que a nivel Naciones Unidas hay convenciones en cuestiones humanitarias, ambientales y relacionadas a la guerra, pero había un punto que había pasado por alto en el concierto de Naciones respecto a que cuando los países sufren un default o tienen algún problema financiero grave, no pueden reestructurar su deuda en un marco legal establecido».

En ese sentido, recordó que en esos casos «los países quedaban a la buena de los mercados, y después ocurrían cosas como las que estamos atestiguando en el caso argentino, que no es el primero ni el único, y no va a ser el último respecto a los ataques de fondos buitre».

Respecto a esta última situación, mencionó el caso de Grecia que «en medio de todas sus transformaciones ya sufre movimientos de fondos buitre para acechar a su economía».

«Es un tema de preocupación internacional a partir de nuestro caso, al descubrir que había un hueco o vacío jurídico respecto a las reestructuraciones de deudas soberanas. No puede ser que tras el problema grave que padeció Argentina en 2001, el país esté sometido a tribunales internacionales que pueden hacer interpretaciones caprichosas de clausulas estándar», reafirmó el ministro.

Kicillof subrayó la posición argentina, que «está en el nivel de proponer reglas en el debate para definir como será en adelante este proceso», y aclaró: «Sabemos que habrá países en contra que defenderán sus intereses financieros, pero se trata de un cambio histórico».

En el texto elevado por la misión argentina ante la ONU, se detalla que «la falta de un adecuado marco legal multilateral para procesos de reestructuración de deuda en el sistema financiero internacional permitió que un pequeño grupo de fondos altamente especulativos y litigioso tramaran estrategias abusivas a fin de colectar beneficios extraordinarios, al bloquear esfuerzos legítimos de estados soberanos para encontrar soluciones eficientes, equitativas, legales y sustentables a sus crisis de deudas».

La mencionada propuesta ahora será debatida en el seno de la ONU donde, según Kicillof, a pesar de que existen posturas contrarias de algunos países que «verán afectados sus intereses financieros», también se cuenta «con un importantísimo apoyo».