El ministro de Economía, Axel Kicillof, calificó de «verguenza» a los informes que elabora el FMI, por entender que ese organismo «subestima a los países que no aplican las políticas que ellos recomiendan».

Según el funcionario, el Fondo Monetario «siempre sobreestima el crecimiento de los países centrales y subestima a los países que aplican políticas que no son las de ellos».

En declaraciones, el ministro aseguró que a esa institución crediticia «siempre le va mal» en sus pronósticos.

Según se informó este jueves, el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, expresó: «Vemos tendencias insostenibles en la economía argentina actualmente».

Lima

Werner se expresó de esta manera en la presentación ante la prensa del informe sobre las perspectivas económicas regionales, que incluyen para la Argentina un crecimiento del 0,4% para este año y una recesión del 0,7% para 2016.

En el mismo sentido el organismo internacional abogó por la típica receta del ajuste en el informe que elaboró sobre perspectivas económicas de las Américas, sin soslayar sus verdaderas intenciones, con el insidioso título «Ajustando bajo presión».

Por otra parte, Kicillof cuestionó al economista Mario Blejer -asesor del gobernador Daniel Scioli- por haber dicho que la Argentina «está «llegando tarde a la fiesta» internacional del financiamiento barato, a raíz del conflicto con los fondos buitre.

«No me gustó esa terminología de que la Argentina ‘llegó tarde a la fiesta’, ya que si bien es cierto que hubo volúmenes importantes de capitales para los países emergentes, eran especulativos y de corto plazo. Ahora, cuando se van, generan pérdidas muy fuertes», enfatizó el jefe del Palacio de Hacienda.

Por otra parte, Kicillof evaluó que los economistas y analistas que pronosticaban que la Argentina no iba a pagar el vencimiento del Boden 2015 -que finalmente se concretó el lunes último- «tendrían que pedir disculpas».

En ese sentido, reiteró que el pago de ese titulo, por 5.900 millones de dólares, «se realizó con normalidad y sin dificultad».

«Si no hubiéramos pagado, hubiéramos caído en default y eso no ocurrió. Pero sí sucedió con muchos de los economistas cercanos a (Mauricio) Macri», concluyó.

En otro orden de cosas, reactivar el crecimiento y reunir millones de dólares para combatir el cambio climático quedaron al tope de la agenda de las deliberaciones de los líderes económicos mundiales iniciadas el jueves en Lima.

En Perú se trata el reto para la economía mundial, como reactivar cuidando no agudizar el cambio climático.

Lima-foto-editada

En un país que está en la vanguardia de la gastronomía mundial, la jefa del FMI Christine Lagarde instó a ministros y presidentes de bancos centrales de 188 países a afrontar los desafíos con la originalidad de la cocina peruana.

«La cocina peruana es una combinación de prácticas óptimas de todo el mundo. Se trata de refinar y modernizar recetas tradicionales, y de mejorarlas, utilizando una variedad de ingredientes», dijo sonriente Lagarde ante la prensa en la primera jornada de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).

«El principal mensaje que tengo para las autoridades mundiales es que tienen que aplicar las recetas de la cocina peruana», insistió.

«Tienen que examinar las prácticas óptimas y poner al día las políticas para vigorizar el crecimiento», añadió.
La reunión se realiza en Sudamérica después de 50 años y cuando América Latina está golpeada por el desplome del precio de las materias primas -sus principales exportaciones- y anotará una contracción económica de 0,3%.

Lagarde pidió «crear una combinación de políticas, con un crecimiento más sólido e inclusivo», cuando la economía mundial se desacelera, arrastrada por China y las naciones emergentes, con una expansión global de sólo un 3,1% para 2015.

– Cambio climático –
A dos meses conferencia sobre el clima en París, los ministros de Finanzas y banqueros centrales de 188 países en la capital peruana buscan cómo conseguir un fondo que atenúe el cambio climático, en medio de sus debates sobre la salud de la economía.
La ayuda financiera global a los países en desarrollo que luchan contra el cambio climático alcanzó 62.000 millones de dólares en 2014, más de la mitad de la meta de 100.000 millones fijada para 2020, anunció la OCDE, lo que permitirá limitar el calentamiento global a 2°C por encima del nivel de la era preindustrial, es decir de mediados del siglo XIX.
La búsqueda de ingresos para completar este fondo está en la agenda de los ministros de finanzas de las principales potencias industrializadas y emergentes que inicia el jueves y concluirá el viernes.
También se espera una declaración que respalde las propuestas de la OCDE en la lucha contra la evasión fiscal.
En esa lucha contra el calentamiento global, Lagarde consideró el miércoles que es «el momento adecuado para introducir un impuesto sobre el carbono», que le permitirá «un colchón de seguridad» a las economías del mundo para combatir próximas crisis.
Francia no se opone, pero pide además una mayor contribución de parte de los bancos de desarrollo, como el Banco Mundial. Sin dar ningún compromiso concreto, el presidente de ese organismo, Jim Yong Kim, dijo el jueves que iba a «ampliar su apoyo para satisfacer la creciente demanda de los países».
Para el Banco Mundial «el mundo debe actuar ahora para poner un precio al carbono y acabar con los subsidios a los combustibles fósiles».
En ese contexto, esta cumbre mundial verá nacer el bloque V20 o de las 20 naciones vulnerables al cambio climático, que representan a casi 700 millones de personas.