La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) analiza una actualización de las cuotas y escalas del monotributo que se anunciará por una resolución general del organismo en los próximos días.

El organismo prepara la actualización tras una serie planteos realizados por el Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Buenos Aires (CPCECABA).

La AFIP analizaría una actualización de los parámetros de ingresos, el gasto de alquiler y adecuando los importes de las mensualidades que tiene que abonar cada categoría, que solo fueron actualizadas en el 2013, desde que nació el Monotributo que está vigente.

Actualmente un comercio que paga de alquiler más de $6.000 en promedio por mes, o que vende bienes con precios unitarios superiores a $2.500 quedan fuera del Régimen Simplificado.

También se pierde la condición de pequeño contribuyente al superar los límites anuales de facturación, de $400.000 para los servicios y de $600.000 para el comercio.

La falta de ajustes tras la devaluación y la inflación de precios provoca que muchos tengan que abonar las cuotas por las categorías más altas.

Según especialistas impositivos, si aumenta el importe de la cuota no significaría un mayor costo para el pequeño contribuyente, porque al adecuarse los parámetros de encuadre es probable que se descienda de categoría, neutralizándose así el aumento del nuevo importe a abonar.

La AFIP puede efectuar las modificaciones según el artículo 52 de la ley del Monotributo, una vez al año.

Por esa ley puede cambiar los montos máximos de facturación, los montos de los alquileres devengados y los importes del impuesto a ingresar, correspondiente a cada categoría de pequeño contribuyente, así como las cotizaciones previsionales fijas, en una proporción que no podrá superar el índice de las prestaciones previsionales.

Si bien la cuota total se actualizó cuatro veces (la última fue hace un mes, cuando los aportes jubilatorios y de obra social pasaron de $390 a $480, la parte tributaria mantiene los valores fijados en 2010).

Actualmente la carga fiscal de la categoría más baja (B) es de $39 mensuales, mientras en las más altas es de $1.600, para prestación de servicios y de $2.700 en venta de productos.