Impulsada por el dólar soja que rigió en septiembre, la agroindustria liquidó divisas por US$ 33.817,2 millones en los primeros nueve meses del año.

El nivel récord se alcanzó en septiembre último, con US$ 8.120,3 millones (el más alto en veinte años), de acuerdo con el informe final de las cámaras aceiteras (CIARA) y cerealeras (CEC).

Entre ambos sectores representan el 48% de las exportaciones argentinas.

«Si están dadas las condiciones y estímulos necesarios, bajando la alta carga tributaria y/o con un tipo de cambio competitivo, la cadena de la soja tiene capacidad de respuesta y crecimiento rápido», destacaron las entidades agroindustriales.

Además, consideraron que el resultado de septiembre «debe ser tenido en cuenta por todos los partidos políticos para establecer una política permanente a favor de la cadena».

El ingreso de divisas de septiembre se vio impactado por la instrumentación del Decreto 576/22 del 5 de ese mes, que estableció un tipo de cambio especial de $200 hasta el 30 de septiembre para la compra de soja, registros de embarques y pagos de derechos de exportación.

El ingreso mensual de divisas, transformadas en pesos, es el mecanismo que permite seguir comprando granos a los productores al mejor precio posible.

La liquidación de divisas está fundamentalmente relacionada con la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados, luego de una transformación industrial.

El complejo oleaginoso-cerealero, incluyendo al biodiésel y sus derivados, aportó el año pasado el 48% del total de las exportaciones de la Argentina, según datos del INDEC.

El principal producto de exportación del país es la harina de soja (14,2% del total), que es un subproducto industrializado generado por este complejo agroindustrial, que tiene actualmente una elevada capacidad ociosa cercana al 50%.

El segundo producto más exportado el año pasado, de acuerdo con el INDEC, fue el maíz (11%) y el tercero fue el aceite de soja (6,9%).