El gobierno autorizó la importación de carne vacuna de Brasil a la Argentina, medida que podría tener impacto en el mercado local.

Se trata de un nuevo modelo sanitario que permitirá un mayor ingreso de carne deshuesada a la Argentina por parte del país vecino y principal socio comercial en el Mercosur.

La determinación fue conocida mediante una resolución del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en la cual sostuvo: «Se encuentra operativo para la importación de carne bovina fresca deshuesada a la República Argentina».

Mientras se aguarda la ampliación efectiva de la resolución para conocer la cantidad importada y su respectivo impacto en la industria ganadera local, Conclusión dialogó con José García, titular de la Asociación de Carniceros de Rosario, quien mostró “preocupación” por la medida.

“Es una macana, y un sinsentido que un país productor de carne como el nuestro vaya a buscar carne afuera”, afirmó García, y consideró que “importar cualquier bien primario en Argentina es un despropósito”.

El productor carnicero aseguró que, a pesar de haber perdido muchas cabezas de ganado en años anteriores, en especial “de 2005 a 2010”, el mercado interno “está cubierto, ni por asomo es necesario importar”.

En tal sentido, García considera que esta medida “seguramente corresponde a algún negocio particular, de alguna cadena (de supermercados) multinacional, para traer carne a menor precio por los menores costos de producción que tienen otros países”.

“Cuando ya recuperamos 5 millones de cabezas de ganado de las 10 que habíamos perdido, este tipo de medidas nos tiran para atrás, hacen dudar al productor, son señales confusas”, señaló el presidente de la Asociación de Carniceros local, refiriéndose también a la importación de cerdo de Estados Unidos.

Es que la habilitación a Brasil para importar carne a la Argentina se dio luego de que el mes pasado Estados Unidos anunciara que volverá a exportar carne de cerdo al país, un mercado cerrado hace 25 años.

El acuerdo comercial se conoció luego de que el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, visitara Buenos Aires.

Ante ese escenario, los productores porcinos locales salieron con los tapones de punta contra la decisión de la administración de Mauricio Macri y pidieron realizar una revisión, al advertir que «no sólo golpearía a la cadena por competencia, sino que también podría afectar los estándares de producción nacional».

“Esa es otra medida inentendible, que plantea dudas en el productor”, aseguró García a Conclusión.

Y apuntó contra el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile: “Es raro que un ministro que es productor no defienda nunca los intereses de sus pares y avale estas medidas que atentan contra la producción agropecuaria nacional”.