La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señalaron la importancia de impulsar políticas públicas que dinamicen los mercados laborales de la región para la creación de empleos de calidad.

En un informe conjunto, los organismos indicaron que, a pesar de la recuperación observada en los mercados laborales en el primer semestre del año, se espera que en el segundo la desaceleración del crecimiento ralentizará la capacidad de la región para generar empleos de calidad.

Para los organismos, las economías de América Latina y el Caribe enfrentan un contexto macroeconómico, social y ambiental muy complejo, que va a afectar la dinámica de los mercados laborales.

De acuerdo al trabajo, la pandemia de coronavirus (Covid-19) provocó en las economías y los mercados laborales de América Latina y el Caribe una crisis sin precedentes.

También señala que, como resultado del importante incremento de la inflación en el primer semestre del año, los salarios promedio reales registran una caída.

Y, además de enfrentar los difíciles retos que impone la actual coyuntura del mercado laboral, las economías de la región tienen ante sí el desafío de revertir el bajo crecimiento de la productividad y de la inversión que se ha observado desde la crisis de la deuda.

En este sentido, el informe muestra el estancamiento que exhibe la productividad laboral de América Latina desde la década de los ochenta, y cómo esto ha causado que las brechas de productividad laboral de la región respecto de las economías desarrolladas se han ampliado, pero esta ampliación ha sido incluso mayor en el caso de las brechas respecto de otras economías emergentes.

El estancamiento de la productividad laboral en la región ha sido generalizado y, a diferencia de lo que ocurre en otras economías emergentes como las asiáticas, la transformación estructural no ha sido orientada con suficiente fuerza por políticas de desarrollo productivo, para activar a los sectores impulsores y dinamizadores del crecimiento.

Para revertir esta situación y estimular la creación de más empleos formales bien remunerados, la Cepal y la OIT consideran necesario “elevar el nivel de ambición de las políticas de desarrollo productivo, tomando en cuenta nuevos enfoques de política sobre la manera de lograrlo y nuevas realidades asociadas con la revolución tecnológica y los nuevos paradigmas productivos que esta genera”.

Las políticas de desarrollo productivo deben contar, además, con un adecuado marco macroeconómico y financiero, sostienen.

De igual forma, las instituciones destacan las experiencias positivas que se han dado en la región en materia de diálogo social en el marco de los consejos de productividad conformados en la región.