El primer aumento de las jubilaciones durante la gestión del presidente electo Alberto Fernández será del 11,56% en marzo próximo, siempre que se aplique la actual fórmula de movilidad para calcular los haberes.

El incremento surge en un 30% de la evolución de los salarios formales según el índice Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) y del 70% de la inflación entre julio y septiembre pasados.

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Hasta el momento, se desconoce si el Gobierno que asumirá el 10 de diciembre mantendrá esa fórmula o impulsará modificaciones.

Según publicó el matutino Clarín, una variante que impulsa el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada es reemplazar la actual fórmula por otra que tome en cuenta, alternativamente, la evolución de la inflación y el RIPTE (la evolución de los salarios de los trabajadores formales).

De ambos índices, se aplicará el que sea más favorable a los jubilados, con la condición de que el RIPTE sea consistente con la evolución de la recaudación del sistema de Seguridad Social.

En caso contrario, los haberes se ajustarían por el nivel de inflación.

Antes del ajuste previsto para marzo, en diciembre las jubilaciones subirán un 8,74%, con lo que el haber mínimo se ubicará en 14.068 pesos, para llegar a los 15.694 pesos tres meses después.

A fines de 2019, a raíz de la aplicación de la fórmula de movilidad que está vigentes desde 2017, las jubilaciones habrán tenido una caída de poco más del 20% en términos reales, comparadas con 2015.