La Unión Europea redujo este martes los aranceles para la importación de biodiésel argentino en 10 puntos porcentuales promedio, conforme al fallo de la Organización Mundial de Comercio (OMC) que desestimó las denuncias de dúmping presentadas por productores europeos.

De esta forma, los aranceles del 22 y 25,7 por ciento impuestos por la UE en 2013 cuando dio curso a la denuncia contra la producción argentina, se ubicarán dentro de un rango de 11 y 14,6 por ciento.

Fuentes de la Cámara Argentina de Biocombustibles (Carbio) señalaron que si bien de manera oficial los nuevos derechos de importación pasan a ser de 4,5 y 8,1 por ciento, la producción argentina paga una alícuota fija extra de 6,5 puntos para ingresar al mercado europeo, por lo que el arancel final será de entre 11 y 14,6 por ciento.

La reducción dispuesta en los aranceles comprenderá a las importaciones de biodiésel concretadas por las agroexportadoras Bunge, Cargill y Louis Dreyfus, entre otras, indicó un cable de la agencia Reuters.

Pese a que «este es un proceso que va a llevar su tiempo, nosotros tenemos la información de que ya hay barcos que se están cargando y las plantas ya están empezando a operar, no a todo motor, pero sí se están reactivando. En estos temas hay que ser cautos», explicó a el presidente de Carbio, Luis María Zubizarreta.

El directivo señaló que, a criterio de Carbio, «no tendría que haber ningún arancel por dumping» contra la producción de biodiésel argentino.

El titular de la cámara de biocombustibles indicó que, más allá del fallo de la OMC que recomendó a la Unión Europea rever los aranceles impuestos, las empresas argentinas del sector ya iniciaron acciones legales para pedir «la anulación total» del cobro de cualquier tipo de alícuota ante la Corte General de Justicia de la Comisión Europea.

Según Zubizarreta, el organismo de justicia europeo «determinó que no tenía que haber arancel, sino que este debía ser de 0 por ciento».

«Por supuesto que los países integrantes de la Unión Europea apelaron ese fallo, por lo que estamos a la expectativa de qué decisión tomará la Corte. Pero para eso falta», dijo el directivo argentino.

Antes de la medida adoptada por Bruselas en 2013, Argentina llegó a exportar un volumen de 1,7 millones de toneladas por año, por un monto estimado en 1.400 millones de dólares, lo que se interrumpió de manera casi automática una vez que se establecieron los derechos compensatorios con un nivel máximo de 25,7 por ciento.

Respecto al virtual bloqueo impuesto por Estados Unidos a finales de agosto pasado, cuando se implementaron aranceles compensatorios de entre 50,29 y 64,17 por ciento para el ingreso de bodiésel argentino, Zubizarreta consideró que «hay buenas conversaciones entre el gobierno nacional y las autoridades del país del norte para ver si se puede llegar a un posible acuerdo. Nosotros consideramos que están en buenas manos las negociaciones para la reapertura».

Tras el cierre del mercado europeo en 2013, Estados Unidos pasó a ser el principal destino de las exportaciones de biodiésel por 1.200 millones de dólares anuales.

Por último, Zubizarreta se refirió también al cierre del mercado peruano al producto argentino, también por acusaciones de dumping, y remarcó que desde Carbio hay optimismo sobre su reapertura, aunque señaló que «en este momento la prioridad es Estados Unidos».