Las compañías petroleras acudirán con posiciones divididas a la reunión que convocó el gobierno nacional, mañana a las 17, para analizar la implementación del congelamiento de los combustibles.

Los estados provinciales se han pronunciado en contra del congelamiento, aduciendo que eso traerá menores ingresos por regalías a sus arcas, frente al deterioro del tipo de cambio. 

Pero las compañías productoras de hidrocarburos tienen posiciones diferentes frente al congelamiento de precios y se podrían dividir en cuatro grupos.

En primer término, las empresas que cuentan con una actividad integrada entre extracción, refinación y comercialización.

Otro lote de empresas que sólo se dedican a la extracción pero que desarrollan en el país su actividad desde hace muchos años, y que cuentan con enorme capacidad financiera respaldada por sus casas matrices.

Un tercer grupo, aunque de menor representación, que sólo refinan y en algunos casos comercializan.

Y finalmente, un cuatro grupo, liderado por los nuevos jugadores del mercado, pequeñas compañías surgidas al amparo del negocio en el megayacimiento de Vaca Muerta y que no cuentan con gran espalda financiera.

En el primer nucleamiento -donde se anota la estatal YPF y la local Axion- 90 días no es un plazo que pueda importar un daño sobre los balances de las compañías. Expertos consultados por Telam sostienen que «lo que se pierde de ingresos por la extracción se puede compensar con los ingresos por refino y comercialización. De hecho, hay una mayor venta de combustibles en los últimos meses».

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En el segundo bloque minimizan el congelamiento porque consideran que «se puede ir a un ritmo menor y se puede aprovechar para hacer paradas técnicas». Los expertos estiman que para estas compañías, con gran respaldo financiero, «la exploración y la producción de crudo es un negocio de largo plazo, son años hasta que un yacimiento adquiere escala de producción por lo cual 90 días no es nada».

Para las empresas que se dedican a refinar y/o comercializar, el congelamiento les otorga estabilidad de precios y una mejora en la planificación del negocio.

Por último, los nuevos jugadores que surgieron con el «boom» Vaca Muerta son los menos favorecidos, porque según los analistas del mercado «son compañías nuevas que no están aun asentadas en el negocio, que no tienen mucha experiencia en el mercado, no cuentan con espalda financiera y apalancaron su negocio con fuerte endeudamiento. Está claro que no estén conformes porque su flujo de caja depende del valor boca de pozo y este estará congelado».

Según estos expertos y los analistas, «el ritmo de mayor o menor actividad hidrocarburífera dependerá de las variaciones que tenga el precio internacional del petróleo y los costos de producción. Al mismo tiempo, los costos de producción locales se verán afectados por las dinámica del tipo de cambio y la tasa de inflación mientras dure el congelamiento de precios».