Son las manos de miles de mujeres agricultoras, las que trabajan la tierra día a día en pos de producir el alimento de todo un país. Ellas se agruparon y marcharon hacia el Instituto Nacional de las Mujeres en Buenos Aires para exigir políticas contra la violencia de género y la creación de jardines materno infantiles.

“Somos mujeres agricultoras, somos las productoras que con nuestras propias manos cultivamos y hacemos crecer ese alimento que todos consumen y estamos muy orgullosas de hacerlo. Pero también somos las que padecemos la doble opresión, la de ser mujeres sin tierra, sin vivienda digna, la de ser discriminadas por mujeres, por pobres, por campesinas y migrantes, las que trabajamos el doble, en la quinta y en la casa, en el hogar y en el cuidado de nuestros hijos.”, explicaba la carta que acompañó la movilización de la UTT (Unión de Trabajadoras de la Tierra).

Conclusión dialogó con Rosalía Pellegrini Holzman, integrante de la misma para conocer en profundidad los justos reclamos de miles de personas que trabajan en la producción de alimentos.

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“Somos una organización de pequeños productores y productoras encargados de producir los alimentos que comen miles de argentinos. Esta vez nos manifestamos las compañeras de la secretaria de género de la UTT y agricultoras”.

El movimiento feminista trasciende, se transforma y acapara todos los sectores, “fuimos al Instituto Nacional de las Mujeres que es quien debería generar políticas públicas para terminar con la violencia y desigualdad que genera la cultura machista y patriarcal”.

En cuanto al proyecto agregó,  “se llama <mujeres de la tierra en contra del machismo y por la igualdad>, el mismo intenta generar promotoras de género rurales en todos los territorios con el fin de llevar a cabo talleres y difundir la necesidad de lucha por la igualdad entre mujeres y hombres”.

“Solicitamos el apoyo y financiamiento del Estado pero no hemos recibido respuesta alguna. Es por esto que marchamos y consideramos que el mismo está ausente para las mujeres agricultoras ya que no existen políticas de género”.

No hay que perder de vista que son las mujeres  las que generan más de la mitad de los alimentos en todo el mundo. “Las mujeres rurales trabajamos doble, estamos largas horas en la quinta y luego seguimos trabajando en el hogar. Nos sentimos doblemente explotadas y no encontramos políticas que puedan transformar esto. Es necesario empoderarnos, y que todos tomen consciencia de la cultura machista y patriarcal que muchas veces se lleva las vidas de nosotras las mujeres”, concluyó Rosalía Pellegrini Holzman.