El ministro de Economía y candidato presidencial de Unión por la Patria (UxP), Sergio Massa, partirá este domingo con destino a Brasil para reunirse con el presidente Luiz Inácio da Silva y con su par Fernando Haddad, con el objetivo de avanzar en un acuerdo que permita pagar importaciones a través del swap acordado con China.

La agenda que el jefe de Hacienda llevará adelante en Brasilia contempla también un encuentro con el canciller del país vecino, Mauro Vieira.

En la agenda del ministro se encuentran incluidos temas como el ingreso de la Argentina al bloque de las economías emergentes denominado BRICS, la apertura de mercados agrícolas, la licitación de las obras del segundo tramo del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, el acuerdo estratégico Argentina/Brasil de transporte marítimo y fluvial, una línea de crédito del Banco de Brasil y financiación del BNDES para comercio bilateral y un centro unificado de control fronterizo, en el Puente Internacional Santo Tomé/São Borja.

Massa se encontrará con el ministro Haddad a las 14 y con el Presidente da Silva a las 17.

En esos encuentros se avanzará en los detalles de un acuerdo para que las importaciones provenientes de Brasil se puedan pagar a través de yuanes disponibles del swap acordado con el gigante asiático.

Esta ingeniería propuesta por el Gobierno de Brasil tiene dos ventajas: por un lado mantener el ritmo de los ingresos de insumos brasileños que son esenciales para la industria nacional; y por otro, la optimización de los recursos en dólares disponibles en el Banco Central.

El miércoles pasado, cuando anunció el desembolso de US$ 7.500 millones por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) tras la aprobación de la quinta y sexta revisión del acuerdo con el organismo multilateral, Massa había adelantado que viajaría a Brasil «para aliviar aún más el procedimiento de utilización de reservas, en un momento que tenemos que cuidarlas».

Por su parte, del lado del Gobierno brasileño, el ministro Haddad adelantó que el mecanismo que se empleará es a través de una conversión directa del yuan al real por parte del estatal Banco do Brasil, por un total de hasta 140 millones de dólares.

«Los exportadores de Brasil pueden tener algún flujo de ventas de sus productos con 100% de garantía. Para Brasil, no hay problema, porque la tasa de cambio se hará con el yuan por real y esto también le asegura al Tesoro Nacional que no hay riesgo de incumplimiento», dijo Haddad.

En mayo pasado, el presidente Alberto Fernández y Lula da Silva conversaron en Brasilia sobre las posibilidades de financiar las exportaciones brasileñas, pero Brasil buscaba mayores garantías debido a la falta de dólares de Argentina.

La poderosa Federación de Industrias del Estado de San Pablo había reclamado al Gobierno encontrar mecanismos para no perder mercados, a causa de las trabas que existen en la actualidad por la falta de divisas para que sean compensadas las ventas externas.

Argentina logró mediante el acuerdo cambiario swap con China mantener el flujo comercial con el país asiático, algo que estaba buscando Brasil, cuyas principales exportaciones industriales van al mercado argentino.

Argentina es el tercer socio comercial de Brasil después de China y Estados Unidos, pero a diferencia de los dos primeros, es el principal comprador de productos industrializados.

El acuerdo de ambas naciones se formalizará en el marco de la flamante incorporación de la Argentina al grupo de economías emergentes BRICS, que integran Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica.

El rol de Brasil a través del presidente Lula fue trascendental para el ingreso de Argentina a los BRICS, que representan el 24 % del PBI global, el 16% de las exportaciones y el 15% de las importaciones mundiales de bienes y servicios.