El presidente del Banco de la Nación Argentina (BNA), Carlos Melconian, afirmó hoy que el país se encuentra “en un bienio de transición, en el que no va haber crédito hipotecario masivo”, al plantear el desafío de alcanzar «el sistema bancario de la estabilidad » para que la Argentina retome el sendero del crecimiento.

El éxito de los productos que ofrezca el banco “va a depender de la estabilidad macroeconómica y de la baja en la tasa de inflación”, añadió Melconian al hablar en un seminario en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, organizado por la revista “Bank Magazine”.

El titular del BNA admitió que la entidad “va a tener un balance peor de lo que nos dejó la anterior administración, que tenía un tercio de colocaciones en Lebac y un balance impecable, pero nosotros queremos darle crédito a la gente, no al Banco Central”.

Melconian sostuvo que el objetivo es “restablecer las ganancias del banco”, pero “queremos que cada vez más la capacidad prestable del sector privado vaya al sector privado; no puede ocurrir que vaya a deuda soberana, porque el Estado ya se financia en otros mercados”.

En ese mismo sentido enfatizó que Argentina “tiene que encontrar” el sistema bancario de la estabilidad: “En este sistema financiero, durante el primer semestre, el crecimiento nominal del crédito fue de un tercio de la tasa de inflación; es decir, cayó en términos reales”.

A pesar de su descripción coyuntural, el economista se mostró optimista sobre la posibilidad de que la Argentina retome el sendero de crecimiento, y relativizó sus últimas expresiones sobre la decisión del Gobierno de tomar deuda para pagar gastos corrientes.

“Toda la parte más negativa de este año es sinceramiento de lo que teníamos. En ese contexto, la deuda es el lugar genuino para ir mejorando la calidad del financiamiento. La deuda pública no es para usar para gastos corrientes ¿Pero esto es eterno? No. Transitoriamente, sí”, completó.

Además, afirmó que en el Banco Nación ya se ven señales positivas sobre el blanqueo de capitales. “Hay muchas cuentas abiertas para el blanqueo. Lo que más se ve es exteriorización de afuera, donde lo único se paga es la penalidad. Se está armando. Vamos bien”, reveló.

Sobre la performance reciente del Nación, precisó que “el banco creció en market share (cuota de mercado) en el primer semestre, cuando en términos reales cayó el crédito en el sistema financiero”.

El paquete hipotecario del BNA, recordó su presidente, incluye los préstamos a 20 años en pesos, con tres años de tasa fija de 14% y la posibilidad de que el núcleo familiar sea codeudor; que ya cuenta con 30 mil solicitudes y más de 3 mil créditos concedidos, de 900.000 pesos, en promedio.

La segunda línea, agregó Melconian, es la de desarrolladores, a tres años desde que se termina la obra, donde “el BNA aporta un peso por cada uno que invierta la empresa, y que tiene que empalmar con quienes llegan con nuestro crédito hipotecario”.

El economista y banquero dijo que la oferta de esos préstamos es escasa y ubicó en “un dígito bajo, 5%”, la tasa de inflación necesaria para un fuerte crecimiento del crédito hipotecario.

Al referirse a la evolución del blanqueo de capitales, Melconian resaltó el aporte realizado mediante un manual de procedimiento, y afirmó que ya hay “muchas cuentas abiertas, con y sin depósitos”.

Reiteró luego advertencias sobre la deuda pública, ya que “no es para usarla en gasto corriente” y “fuera del proceso de transición deja un balurdo fenomenal”.

“Hay que mejorar la calidad del financiamiento, que antes se hacía con reservas y emisión monetaria; la deuda debe apuntar a cosas que ayuden a bajar el costo argentino, que no es vía salarios sino mediante infraestructura, caminos, puertos, logística, para aumentar la productividad y la competitividad”, concluyó.