¡No se gana para sustos!, habría dicho algún distraído que este lunes hubiera pasado por el Teatro Broadway, en la mítica y porteña calle Corrientes. Y no es para menos, ya que en una conferencia convocada por el diputado de La Libertad Avanza, Javier Milei, coincidieron el exministro de Economía de Carlos Menem y Fernando De La Rúa, Domingo Cavallo, responsable, entre otras cosas, de la estatización de la deuda externa contraída durante la dictadura y de la Ley de convertibilidad, y Federico Sturzenegger, exsecretario de Política Económica durante el gobierno de De La Rúa, exdiputado del Pro, presidente del Banco Central durante una parte del gobierno de Mauricio Macri, pero sobre todo, muy recordado por su rol en la tristemente célebre operación llamada Megacanje, una extensión de la deuda externa que la incrementó en un 63% y que significó un negocio de 150 millones de dólares para una elite de bancos extranjeros. Entre los tres, Milei, Sutrzenegger y Cavallo, disertaron sobre «el fin de la inflación». 

“Tuvimos el privilegio de escuchar a Cavallo quien seguramente la historia hará Justicia y mostrará que ha sido el mejor ministro de toda la historia”, dijo Milei a un auditorio que completó las butacas del teatro, tras la disertación del exministro que participó en forma remota desde Estados Unidos.

Durante su disertación, Domingo Cavallo insistió con recetas ya conocidas y aplicadas y que pusieron al país al borde del abismo en más de una ocasión: reducción del gasto público, eliminación del déficit fiscal, liberalización de todos los precios de la economía y reforma del Estado en sus tres niveles. » Ahí sí, recién ahí, es posible poner en marcha un plan de estabilización y luego una reforma monetaria”, afirmó Cavallo.

Vale la pena recordar, entonces, que si bien la inflación durante la gestión de Cavallo estuvo por debajo del 10%, la convertibilidad significó el empobrecimiento masivo de los trabajadores y un nivel desocupación que superó el 18%.

Milei fue el encargado del cierre del evento y llamó a revalorizar a quienes estuvieron a cargo de aquellas políticas económicas. “En algún momento hemos podido terminar con la inflación. Los máximos exponentes muchas veces son repudiados, denostados y no reconocidos por su enorme labor. Es importante que reconozcamos a aquellos que han hecho tanto por el país y que en el fondo terminaron siendo víctimas de los políticos”.

“Si un Banco Central con el de las características que conducía Sturzenegger no funcionó, no hay forma de que funcione”, aseguró sobre la gestión del extitular del BCRA durante el gobierno de Mauricio Macri y agregó: “Alguien que ha llevado una historia enorme y que no ha sido acompañado por la política. Un conjunto de sátrapas se lo llevaron puesto”.

Minutos antes, en su presentación, Sturzeneger también le había prodigado elogios y le agradeció  “como ciudadano” por “cultivar las ideas de la libertad que han prendido en los jóvenes”.

“Era muy difícil defender las ideas de la libertad. Te corrían por izquierda, se decía. Y yo creo que Javier ha ido corriendo ese arco. Ha ido balanceando el debate político y yo creo que le hace muy bien porque hay mucha gente en la Argentina que cree en la libertad. Cuando saqué el cepo era sobre todo por un tema de libertad, un tema de libertad en el ahorro propio”, aseguró Sturzenegger.

También disertaron en el evento que duró más de dos horas,  Alberto Benegas Lynch (h), su nexo con Mauricio Macri, Diana Mondino y Héctor Rubini.

En el auditorio, en el que abundaron pines con los rostros de Donald Trump, Jair Bolsonaro y el propio Milei, estuvieron presentes, además de su propia tropa, las diputadas Carolina Píparo y Victoria Villarruel de Avanza Libertad, los diputados  Martín Menem, Nahuel Sotelo y Constanza Moragues y varios legisladores porteños. 

Al cierre, Javier Milei apuntó contra «la casta» y reclamó: «señores políticos queremos ser libres, dejen de robarnos con el impuesto inflacionario, terminemos con esta estafa”. «Viva la libertad, carajo», respondieron a los gritos sus seguidores y fanáticos, que terminaron cantando: «la casta tiene miedo, tiene miedo, tiene miedo».