El presidente Javier Milei afirmó este domingo que si el índice de inflación de diciembre es 30% sería «un numerazo y hay que sacarlo a pasear en andas a (el ministro de Economía, Luis) Caputo»; aseguró que el DNU «está vigente pero hay políticos que quieren fraccionarlo para coimear» y evitó criticar el paro de la CGT porque «es parte de la lógica del sistema y la Constitución avala la huelga».

Al mismo tiempo afirmó que el Decreto de Necesidad y Urgencia que desregula la economía «está vigente, va a ir para adelante, va a salir» en el Congreso», pero advirtió que «nosotros no negociamos nada, aunque sí aceptamos sugerencias para mejorarlo».

También volvió a denunciar que «muchos políticos quieren fraccionarlo porque quieren coimear con eso», aunque no dio nombres de legisladores.

Milei aseveró que «nosotros anunciamos un ajuste, no pan y circo» y dijo que ese ajuste tiene una aprobación con «niveles nunca vistos, hay un fuerte consenso por parte de la población», el que situó «entre 70 y 80 puntos».

El mandatario dijo que quienes se quejan son «los que pierden beneficios, la casta, los que tienen más acceso a la queja, como los empresarios prebendarios, los políticos, los periodistas que vivían de la pauta».

Acerca del paro dispuesto por la CGT para el 24 de enero contra la política de su Gobierno, dijo que «es parte de la lógica del sistema, la Constitución avala que hay un derecho a huelga».

Añadió que «es una cuestión entre los gremios y los trabajadores que representan, no tengo por qué meterme, pero lo que no pueden decirme es que no estoy haciendo lo que dije que iba a hacer».

Sobre el impacto de las medidas gubernamentales, sostuvo que «a lo largo de la historia argentina, todos los ajustes recayeron en el sector privado; es la primera vez que el ajuste recae el 60% en el sector público».

«Había 8.500 personas que cobraban planes y estaban trabajando; 160 mil casos que cobraban planes y se iban de viaje al exterior; estamos haciendo los recortes profundos por todos lados; dos tercios del ajuste recaen en la política», aseveró, y destacó que «pudimos no haber hecho nada y seguir con la emisión monetaria».

«Esto es una devolución directa al sector privado», remarcó, y advirtió que «hay mucha mala intención» en las críticas, al considerar que «hay muchos liberales de copetín que son muy buenos para hablar en la tribuna pero no tienen las agallas para meterse en este barro».

Sobre su plan de gobierno, dijo que «hemos presentado un programa de estabilización duro» y destacó que Jesús Huerta de Soto, referente del «anarcocapitalismo» al que adhiere, dijo que el triunfo del libertario argentino «es equivalente a la caída del Muro de Berlín».

Milei dijo que «no tengo miedo para nada» de que lo desestabilicen y sostuvo que «cada uno haga su juego; a nosotros nos votaron para que hagamos lo que estamos haciendo».

También desafió a que «vean a los políticos, busquen la terminal, vean si llevan un nivel de vida acorde» con sus ingresos.

Resaltó que su Gobierno está tomando medidas para «mitigar la situación» de los sectores menos pudientes: «Estamos haciendo cosas, estamos aumentando el gasto de las partidas sociales, es para dar contención a las personas que se vean afectadas negativamente durante el ajuste», enfatizó.

Asimismo, confirmó que viajará a Davos para participar del tradicional foro económico anual. «Tenemos más de 60 pedidos de entrevista individuales, de reuniones bilaterales, evidentemente algo nuevo y distinto estamos haciendo», agregó.

Además, reveló que este lunes se instalará en la Quinta Presidencial del Olivos, donde pasará la mayor cantidad de su tiempo, pero aún no irán sus perros.

«Lo que pasa es que no se pueden mudar mis hijitos (como llama a sus canes) porque los mastines son muy grandes. Milton (uno de los perros) mide dos metros (parado) en dos patas y pesan 100 kilos y la casa para donde estén no es una construcción muy fuerte», describió.

Por otra parte, ratificó que no va a usar el helicóptero presidencial y que va a trabajar en Olivos, aunque irá los martes y los jueves a la Casa Rosada para las reuniones de gabinete.