El director general del Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo ( OETEC ), Federico Bernal, manifestó que «La disolución de la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica, comisión perteneciente al Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas creada por Decreto 1277/2012, carece de toda lógica cual no fuera la del cártel petrolero privado que gobierna el Ministerio de Energía».

Bernal explicó que «gracias a la Ley 26.741 y en particular al Decreto 1277/2012 se logró en 2015, es decir, tres años más tarde, frenar las tendencias declinantes en la producción nacional de hidrocarburos. Es muy importante remarcar que dichos comportamientos se venían manifestando sin interrupciones desde 1999 y en gas natural desde 2005. Entonces, vemos que en el período enero-octubre de 2015 la producción nacional de gas natural aumentó 3,6% respecto a igual período del año anterior, mientras que la de petróleo mostró un leve incremento de 0,1%. Luego tenemos el caso de YPF, donde su producción de hidrocarburos en 2013, 2014 y también en 2015 registró aumentos más que considerables: 11,2% para el gas natural en igual período al anteriormente señalado y 4,5% para el petróleo».

El informe del observatorio advierte que «los remanentes de las reservas comprobadas de hidrocarburos del país hasta el final de las concesiones al 31/12/2014, según los últimos registros oficiales», también registraron incrementos. Por ejemplo, las reservas de petróleo se expandieron 2,1% y las de gas natural 3,1%, en relación a las registradas en igual fecha de 2013. Por segundo año consecutivo, no sólo se frenó la disminución de las reservas comprobadas de hidrocarburos, sino que hasta se logró aumentarlas».

Al respecto, el director del OETEC afirmó que «Estos avances tienen nombre y apellido: la Ley 26.741 de Soberanía Hidrocarburífera, el Decreto 1277/2012 y su instrumento hoy disuelto, la Comisión de Planificación y Coordinación Estratégica del Plan Nacional de Inversiones Hidrocarburíferas».

«Nos preguntamos entonces, si la recuperación de la actividad hidrocarburífera venía siendo exitosa y venía siendo además apuntalada por YPF, ¿por qué la desregulación?. La respuesta es muy sencilla: la presencia de las empresas petroleras al frente del Ministerio de Energía en una suerte de inédito cártel con rango ministerial» destaca Bernal.

Según el autor del artículo, «Antes de la asunción de Macri y desde 2003, existió el Ministerio, el de Planificación Federal. Era un Ministerio, que gestionaba en función de la seguridad jurídica de la sociedad. A partir del 10 de diciembre de 2015, ese Ministerio se convirtió en una cámara empresarial; ahora, vemos que siquiera es una cámara patronal sino y por sus típicas y nefastas prácticas de mercado, un verdadero cartel petrolero» denunció. .

De esta manera, aduce el miembro de OETEC que el diccionario de la Real Academia define un cártel como un «Convenio entre varias empresas similares para evitar la mutua competencia y regular la producción, venta y precios en determinado campo industrial».

En el mismo sentido, la información que se vuelca desde el observatorio, apela a la existencia de legislación en la materia y remite a la definición de la Superintendencia de Industria y Comercio perteneciente al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia: «Las empresas que participan en un mercado como un cártel lo hacen con el fin de pactar precios, definir cuotas de producción o repartirse mercados. Así las cosas, se forman carteles con el fin de eliminar la presión ejercida por las empresas de la competencia toda vez que, de no existir el cártel, las empresas se ven forzadas a mantener precios bajos e innovar en sus productos y métodos, y/o a mejorar la calidad de éstos. El cartel permite mantener precios más altos, precios fijos, menor variedad y menor calidad de bienes y servicios, lo cual repercute en los consumidores».

En este sentido, el director del OETEC concluye que «la disolución de la Comisión elimina el control ejercido por un Estado antes protagónico, defensor del consumo y del bolsillo de la ciudadanía. Elimina asimismo la competencia de YPF (de empresa testigo), permitiendo a las empresas hoy al frente del Ministerio de Energía fijar los precios de los hidrocarburos y sus derivados, fijar las tarifas de luz y gas (todos tendientes a la dolarización); permite también disminuir drásticamente sus inversiones, maximizar ganancias y proveer al mercado doméstico con la oferta que más cierre a sus balances. En pocas palabras, un verdadero cártel con poder ministerial».