El país atraviesa una difícil situación económica, agravada en estos últimos días, por la escalada del dólar en medio de una tremenda corrida cambiaria. En ese contexto, la caída del poder adquisitivo, que viene sufriendo los embates de la inflación, deja magros restos para que la gente pueda darse ciertos gustos. Así, los distintos sectores de la economía sufren cada vez más las consecuencias: cae la demanda, bajan las ventas y por ende, la recaudación.

Damián Auzunbud, secretario de la Asociación Empresaria Hotelera y Gastronómica de Rosario (Aehgar) habló con Conclusión y se refirió específicamente al impacto que está generando la crisis económica en el sector hotelero y gastronómico. “Nos preocupa la falta de demanda en el sector hotelero que es importante y en el gastronómico, se siente porque se necesita un poco más de actividad, pero son las generales para todos los actores de la economía”, señaló.

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Gastronomía

Si bien Auzunbud reconoció que la gastronomía no es un rubro que mueva sus tarifas o su lista de precios por el valor del dólar, “sí se notan muchos aumentos de precios en las listas de proveedores”.

“Son bastantes aumentos y diarios. Todas las semanas aumenta algo o las carnes o las bebidas, que suelen ser los productos más concentrados”, ejemplificó y siguió: “Lógicamente que la lista de precios de bares y restaurantes se va acomodando, pero por supuesto que no pueden acompañar este proceso inflacionario ni que hablar de falta de stock en algunos insumos producto de esta movida del dólar. Con este nivel de incertidumbre de inflación es difícil porque la gente tampoco sabe sus costos. Siempre vas atrás del aumento”.

En ese sentido, dijo que “los precios obviamente que no llegan a cubrirse nunca por una cuestión de falta de demanda; notamos en gastronomía que el poder adquisitivo ha bajado y cuesta la renovación de las mesas, cuesta el segundo turno, y los restaurantes están cerrando más temprano”.

Asimismo, consideró que “el tema de la inseguridad también afecta, así como el hecho de no poder tomar alcohol, eso también limita las salidas nocturnas”.

Hotelería

En el sector de hotelería Auzunbud dijo que se nota sobre todo la falta de insumos específicos como mercadería importada tales como cerrajerías, televisores, línea blanca, aires acondicionados. “No hay mercadería hasta tanto se normalice un poco la situación”, aseguró.

También admitió menor demanda en el sector. “Viene cayendo la ocupación en la ciudad. No llegamos todavía a los niveles de ocupación prepandemia”, lanzó.

“La gastronomía mejoró más que la hotelería porque depende netamente del consumo de los rosarinos”, manifestó comparando ambos rubros.

Consultado por el Previaje, si sirve de impulso, explicó que “son otros los destinos favorecidos, de estadías más largas, cinco noches promedio, y esperemos que cuando vengan los reintegros de esos montos, la gente los gaste en Rosario”.

Hubo reservas de Previaje pero no muchas porque Rosario no es el destino principal; se buscan destinos más alejados como Patagonia, o el norte y algo de cierras de Córdoba. Rosario es más para fin de semana corto, o viaje de tipo ejecutivo”, finalizó.