Los productores de peras del Alto Valle de Río Negro estimaron una pérdida de 240 millones de dólares para la cosecha que terminó y no ven soluciones en el horizonte, con miles de toneladas de fruta tiradas a la basura.

Según datos aportados por los productores, por falta de oferta de calidad este año se proyecta tirar unas 310.000 toneladas de peras de una cosecha estimada en 680.000 toneladas para todo el Valle de Río Negro y Neuquén.

De esa producción total, sólo se cosechó y embaló en la campaña unas 370.000 toneladas, por lo que unas 160.000 toneladas ya se están pudriendo en las plantas mientras que otras 150.000 serían directamente desechadas por las empaquetadoras.

Esos 310 millones de kilos de peras tirados a la basura representan pérdidas por alrededor de 240 millones de dólares, unos 3.500 trabajadores que quedan fuera del sistema y potenciales compradores en el exterior que dejan de demandar, publicó el Diario de Río Negro.

Ejemplos de esta crisis son el cierre de las plantas de la gigantesca Expofruit, una de las principales empaquetadoras y exportadoras de la región, y de la tradicional Moño Azul, en General Roca.

Eduardo Artero, productor de peras y manzanas y presidente del Consorcio de Regantes de Cipolletti, dijo este lunes en declaraciones a radio Belgrano que el sector «está igual o peor ahora que con el Gobierno anterior».

«Estamos igual o peor que con el Gobierno anterior. Ya veníamos mal: muchas empresas grandes, empacadoras, se fundieron, cerraron sus puertas. Queda menos del 30% de las empresas que había hace treinta años atrás», dijo Artero.

La producción promedio de pera está dentro de los niveles de los últimos años pero con una fuerte caída en la calidad que presenta.

El representante de los regadores dijo que los principales problemas con la pera se da con la variedad de producto que tiene como destinos Europa y Estados Unidos, donde exigen una alta calidad.

«No somos competitivos: somos caros para producir. Los salarios de lo trabajadores de empaque, frío y transporte se ajustan un 35% mientras el precio del dólar sigue pisado hace un año», dijo Artero en la previa del inicio de la cosecha de la manzana smith o verde.

El productor consideró que el Estado debería bajar los impuestos sobre la mano de obra porque esta actividad tiene una mano de obra intensiva.

«La actividad frutícola tiene más mano de obra intensiva que la industria automotriz, dado que la siembra, la poda, el raleo y la cosecha se hace a mano, nada se hace con máquinas, hay una persona por hectárea», dijo el productor.