Mientras en el mercado crece la preocupación por la acelerada caída de reservas, el Gobierno salió a ratificar el pago de un vencimiento con el FMI por casi USD 1.900 millones en diciembre próximo.

La aclaración surgió luego de trascender que el vencimiento con el Fondo Monetario representa casi la mitad de las reservas netas que le quedan al BCRA, calculadas por los analistas en poco menos de USD 4.200 millones.

En las últimas semanas las reservas fueron cayendo en medio de una fuerte presión dolarizadora, que obliga al BCRA a intervenir en el segmento de dólares financieros, a medida que se acercan las elecciones legislativas del 14 de noviembre.

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Fuentes de la Casa Rosada ratificaron la posición manifestada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, quien calificó de rumores «infundados» los que señalaban que la Argentina podía llegar a postergar el pago de la cuota que vence el próximo 22 de diciembre.

El jefe del Palacio de Hacienda dijo que se volverá a utilizar la ayuda enviada por el propio Fondo para atender la pandemia, que sumó en total unos USD 4.300 millones, en DEG, la moneda del organismo. Desde que el presidente Alberto Fernández asumió, la Argentina le pagó más de USD 4.000 millones al FMI.

En tanto, desde el Ministerio de Economía ratificaron, además, que el objetivo sigue siendo cerrar un «buen acuerdo» con el Fondo hacia marzo de 2022 (cuando vence la primera de las cuotas “impagables”: en torno a los 20 mil millones de dólares).

Por su parte, el embajador argentino en los Estados Unidos, Jorge Argüello, consideró este miércoles que el acuerdo con el FMI podría estar cerrado «antes de marzo» de 2022. «En los próximos meses vamos a poder cerrar con el FMI en los términos que nos proponemos. Creo que antes de marzo podríamos tener cerrado el acuerdo», enfatizó el diplomático.

Crecer y pagar

A su vez, Argüello manifestó que la postura de la Argentina es la de lograr «un acuerdo sustentable con el FMI».

«Queremos crecer y pagar, pero en ese orden sí o sí«, enfatizó el embajador, y a la vez cuestionó el préstamo que el Fondo Monetario otorgó al Gobierno anterior.

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«Todos sabemos que hubo una decisión política detrás del otorgamiento de este crédito. No pedimos que nos perdonen ni un centavo, solo pedimos que se devuelva de forma sostenible en el tiempo», subrayó el funcionario, en declaraciones radiales.

Arguello (izq.), junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur y el ministro Martín Guzmán, en un reciente viaje a EEUU.

Argüello señaló además que el documento que se firmó durante el último fin de semana en la Cumbre del G20, que incluye una mención sobre los sobrecargos de la tasa de interés que cobra el FMI, «era uno de los objetivos» de la Argentina. Con respecto a la relación bilateral entre la Argentina y Estados Unidos, expresó que «pinta bien».

«La injerencia de Estados Unidos en el FMI es determinante, por eso estamos en conversaciones para que apoyen la postura de Argentina. Joe Biden y Alberto Fernández están al tanto de lo positivo de una agenda bilateral», destacó.

El lunes último, el Gobierno pagó U$S 388 millones al Fondo Monetario Internacional (FMI) por los desembolsos trimestrales que el Estado pactó con ese organismo, por los intereses del programa firmado en 2018. Ese pago fue el penúltimo compromiso en lo que queda del año, ya que en diciembre la Argentina debería pagar casi U$S 1.900 millones más.

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En lo que va de 2021, el Gobierno ya efectuó pagos por unos U$S 2.470 millones a ese organismo multilateral: el más abultado se concretó el 22 de septiembre, por una suma de U$S 1.900 millones. Los desembolsos corresponden a los intereses del préstamo «stand-by» firmado en 2018 durante la presidencia de Mauricio Macri.

Dudas ante el abismo

La posición de pagar en diciembre no sería compartida por todo el oficialismo, al temer que ese desembolso termine dejando al Banco Central a merced de quienes especulan con una devaluación fuerte tras las elecciones.

Desde sectores -considerados el “ala dura”- de la coalición gobernante, sugieren explorar la posibilidad de posponer el pago de vencimientos en caso de que no se llegue a un acuerdo en marzo, mes en que vence el plazo para pagarle al Club de París.

La baja de reservas netas también es observada con preocupación por economistas y también desde escépticos respecto del estilo de Guzmán dentro del Gobierno.

La presión al dólar crece en la previa electoral y la brecha cambiaria (diferencia entre cotización oficial y «blue») ya se ubica en torno al 100%.

La Argentina negocia una deuda con el FMI que ronda los USD 45.000 millones, y pide que el Fondo deje sin efecto el cobro de sobrecargos, una posición que fue acompañada por el G20 durante la reciente cumbre en Roma.

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Analistas advierten que las negociaciones entre la Argentina y el FMI parecen haberse estancado en el último año. Sin embargo, Guzmán mantuvo en Roma un encuentro que se extendió por unas 10 horas con los técnicos del organismo que siguen el caso argentino.

Economía sostuvo que el programa económico del Gobierno tiene como eje el Presupuesto para el 2022, que prevé un crecimiento de la economía del 4%.

Ese proyecto, que deberá ser negociado con la oposición, estima un déficit primario equivalente al 3,3% del Producto Bruto. Analistas sostienen que los técnicos del FMI están pidiendo que ese desequilibrio de las cuentas públicas sea menor.