La grave situación económica que atraviesa el país a raíz de las políticas gubernamentales sigue cobrándose victimas. En las últimas horas, la cooperativa láctea SanCor cerró las puertas de su centro de distribución ubicado en la provincia de Tucumán y despidió a 43 trabajadores.

Según señalaron desde la compañía, la abrupta caída del consumo y el nivel de ventas, que hoy afecta a la totalidad de las industrias alimenticias, generó que el centro de distribución tucumano tuviese una actividad escasa en el último tiempo.

«Es una decisión que ya se venía gestando y que se concretó ayer (por el martes). La empresa nos comunicó que la medida sería irreversible porque la cantidad de mercadería que viene a este centro logístico es muy poca. Entonces nos dijeron que no justifican que permanezca abierto el lugar», le dijo a los medios tucumanos el secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atirla), Eduardo Isla.

Cabe recordar que este no es el primer cierre que la empresa ejecuta en lo que va del 2019. En agosto pasado, una planta industrial dedicada a producir quesos, ubicada en la localidad bonaerense de Arenaza, partido de Lincoln, cerró sus puertas y despidió a 22 empleados.

Lo mismo ocurrió en diciembre de 2018, cuando cerró las puertas de otro centro de distribución ubicado en Bahía Blanca.

En dialogo con la prensa, Isla resaltó que «es lamentable la situación que vive el país, y por supuesto lo que se vive en Tucumán. Duele porque esta gente que quedará desvinculada le va a resultar muy difícil que se vuelva a insertar en algún trabajo, ya que son personas mayores. Imaginate, si no hay lugar para jóvenes, ¿cómo van a poder conseguir trabajo ellos? Ya en agosto, septiembre y octubre llegaron a cobrar menos del 20% de todo lo que les corresponde en sus haberes y ahora pasa esto».

Hoy la empresa tiene bajo su órbita seis plantas, pero desde el sector aseguran que algunas están a la venta, aunque de momento no encuentran un comprador seguro.

Anteriormente, SanCor vendió otras unidades productivas: la planta de Centeno pasó a manos de La Tarantella; Brinkmann fue vendida a Alaisa; Charlone pasó a San Gotardo; coronel Moldes fue cedida a la Cooperativa de tamberos Huanchilla; Porteña pasó a Arla, y Adecoagro se quedó con las de Chivilcoy y Morteros.