Las recientes turbulencias registradas en bancos estadounidenses y europeos dejaron, como consecuencia, una posición conservadora en las entidades bancarias a la hora de entregar créditos, lo que podría impactar de lleno en la actividad económica mundial.

Según la aseguradora alemana de crédito, Allianz Trade, se calcula que el número de quiebras en las empresas de ese país crecerá un 22% este año, alcanzando un total de 17.800, un incremento frente al 15% que se estimaba antes de la crisis bancaria.

«Debido a la política de préstamos de los bancos, ahora aún más restrictiva, es probable que más empresas de lo previsto a principios de año se vean en dificultades», explicaron desde la firma, en un informe difundido por la agencia DPA.

Sin embargo, aclararon que, pese a la impresión que da el porcentaje difundido, no se trata de «una oleada de quiebras». Aunque el director ejecutivo de llianz Trade para Alemania, Austria y Suiza, Milo Bogaerts, señaló que «con las tasas de interés subiendo de forma significativa, las empresas poco financiadas corren el riesgo de meterse en problemas”.

En el caso particular de Alemania, las quiebras ya habían aumentado el año pasado por primera vez desde la crisis financiera de 2009, como resultado del incremento de las tarifas de energía, la alta inflación y la moderación del consumo.

De todas formas, Bogaerts indicó que “incluso a fines de 2023, es improbable que Alemania haya alcanzado el nivel de quiebras anterior a la pandemia”. “Solo es probable que se vea superado ligeramente con un incremento adicional del 6 % en 2024″, explicó.

Del otro lado del mar

Por su parte, en Estados Unidos, cada vez son más las pequeñas empresas en dificultades a la hora de acceder a un crédito.

Según una encuesta de la Federación Nacional de Empresas Independientes (NFIB, por sus siglas en inglés), un 9% de dueños de empresas que solicitan créditos con frecuencia respondieron que era más difícil acceder a un crédito respecto a tres meses atrás, lo cual representa el mayor porcentaje desde diciembre de 2012.

Ese mismo porcentaje de encuestados espera que las condiciones del financiamiento se endurezcan en los próximos tres meses.

“Los dueños de las pequeñas empresas son escépticos respecto de las condiciones económicas futuras. Existen grandes incertidumbres hacia delante, y la mayor preocupación de lo inmediato es el posible desarrollo de una crisis bancaria”, explicó Bill Dunkelberg, economista en jefe de NFIB a la agencia Bloomberg.

El escenario es delicado para las pequeñas empresas pues a las tensiones bancarias de las últimas semanas se le suman las subas de tasas de interés de la Reserva Federal estadounidense (FED) que se terminan reflejando en el costo de financiamiento.

Pese a estas dificultades, la encuesta de la NFIB identificó como una mayor preocupación entre los pequeños empresarios estadounidenses a la inflación y a la dificultad para encontrar mano de obra.