Un informe de la Fundación Libertad y Progreso sostiene que el billete de 1.000 pesos -el de mayor denominación en Argentina- perdió el 92% de su valor en dólares desde su primera impresión en noviembre de 2017.

Según el trabajo, que toma como valor de referencia el dólar contado con liquidación (CCL), el billete de mayor denominación del país pasó de valer US$57 en noviembre de 2017 a apenas US$4,6 en febrero de 2022. Esto significaría que la moneda argentina perdió 92% de su valor en dólares deflactado por CCL.

Para dar dimensión de esta caída, el relevamiento de la Fundación Libertad y Progreso, que preside Alberto Banegas Lynch, expone que una canasta básica familiar en noviembre de 2017 costaba 16.027 pesos, mientras que su valor a diciembre de 2021 trepó a 76.146 pesos. En la misma línea, apuntó que para adquirir una canasta básica alimentaria, una familia tipo pasó de requerir 6.568 pesos a unos 32.964 en el mismo periodo de tiempo.

Por otra parte, -continúa el informe al que accedió Conclusión– si se analiza lo que necesita un adulto que vive solo para comprar una canasta básica total, el salto en ese lapso de tiempo pasa de 5.187 pesos a 24.642; y de 2.125 a 10.668 si solo es analizada al canasta alimentaria. Siempre midiendo enero de 2017 contra diciembre de 2021.

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En ese marco, el relevamiento concluye que el poder de compra del billete de 1.000 pesos deflectado por el Índice de Precios al Consumidor, considerando la suba de 3,9% de enero informada por el Indec, cayó un 83% en poco más de cuatro años.

De esta manera, «si hoy quisiésemos tener un billete con un poder adquisitivo equivalente al de 1.000 pesos cuando se emitió por primera vez, entonces la casa de la moneda debería imprimir un billete de 5.900 pesos», explica el estudio.

Fuente: Fundación Libertad y Progreso.

El economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí, señaló que «la pérdida del valor de nuestra moneda es consecuencia de una política económica inconsistente» y que, «para volver a crecer, Argentina necesita bajar la inflación». Desde su visión, las razones están ligadas a la política fiscal.

Otro economista de la Fundación, Diego Piccardo, también opinó en el mismo sentido que «la pérdida de valor de los billetes argentinos es el fiel reflejo de la falta de una moneda sana». Al mismo tiempo, indicó que si bien es cierto que los ciudadanos en mayor o menor medida se mal acostumbran a vivir con tasas de inflación altas, también es cierto que las distorsiones y costos económicos que genera son muy altos» y añadió: «El primer paso para solucionar el descontrol de precios es poner en orden las cuentas fiscales».