El arzobispo de Tucumán, Alfredo Zecca, encabezó hoy el tedeum por el Bicentenario de la Declaración de la Independencia y bregó para que «por la prudencia de los gobernantes y la honestidad de los ciudadanos se afiance la concordia y la justicia».

«Los argentinos tenemos ante nuestros ojos el desafío de comenzar el tercer centenario haciendo de la libertad la piedra de toque de una sociedad verdaderamente pluralista y democrática», sostuvo el monseñor en su homilía.

En la Catedral de Tucumán, el integrante de la Iglesia aclaró que para ello se debe «redescrubir el sentido de la ley, las instituciones, de la autoridad que no es autoritarismo, del
capital, del trabajo y, desde luego, del delicado equilibrio que debe haber entre verdad, diálogo y consenso».

Ante el presidente Mauricio Macri, funcionarios nacionales, gobernadores y representantes extranjeros, el prelado ofreció la «disposición» eclesiástica «al diálogo franco y sincero con todos para construir una cultura del encuentro en la Patria, sin excluir a nadie, sino incluyendo a todos y privilegiando a los más pobres».

«El clima de unidad, fraternidad y comunión es el que necesitamos para hacer realidad en la Patria que a todos nos cobija lo que nuestros padres soñaron», resaltó Zecca, así como también reclamó que se «afiance en la sociedad la equidad y la justicia, superando toda división».

También participaron de la ceremonia religiosa referentes de otros credos como el metropolita de Buenos Aires y de la Argentina por el Patriarcado de Antioquía, Siluan Muci; el rabino Salomón Nussbaum; el pastor Jorge Gómez; y el presbítero Horacio Suárez; entre otros.