El debate presidencial llegó finalmente y fue protagonista en la noche de este domingo 19 de noviembre, alcanzando por momentos hasta 48 puntos de raiting. Y lo que pasó detrás de las cámaras es tan importante como lo que se vio delante de ellas. O tal vez más. Por ejemplo, quiénes acompañaron a cada candidato en sus respectivas tribuna es una clara señal de qué arco político se encolumna detrás de ellos. Y también las ausencias fueron significativas.

El debate comenzó a las 9 y contó con una presentación de un minuto, 6 ejes temáticos y dos minutos de cierre para cada uno de los contrincantes. A diferencia de los anteriores, en los que prácticamente el público no se hizo notar, en esta ocasión, hubo murmullos de aprobación en algunos momentos, aplausos y cantos sobre el final

Los invitados de Sergio Massa fueron heterógeneos, ya que hubo representantes de distintos sectores y partidos: Tal es el caso de la diputada socialista, Mónica Fein, que estuvo en la tribuna del ministro de Economía y luego ratificó, en su cuenta de X su postura de apoyo a Massa, señalando que «el debate dejó en evidencia la improvisación y falta de conocimiento de Javier Milei». «No queremos un presidente autoritario que ponga en jaque la democracia».

También fueron de la partida Graciela Camaño (Bloque Federal), Natalia de la Sota (Córdoba Federal), Alejandro “Topo” Rodríguez y el ex gobernador de Salta, Manuel Urtubey.

Además, asistieron el candidato a vicepresidente, Agustín Rossi, y los ministros Eduardo ‘Wado’ de Pedro (Interior), Victoria Tolosa Paz (Desarrollo Social), Gabriel Katopodis (Obras Públicas), y Matías Lammens (Turismo), entre otros.

Entre los gobernadores de UxP dijeron presente el catamarqueño Raúl Jalil, el riojano Ricardo Quintela, el bonaerense Axel Kicillof, el rionegrino Alberto Weretilneck, y el misionero Oscar Herrera Ahuad, entre otros.

En la nómina también figuraban el embajador argentino en España, Ricardo Alfonsín; el ex jefe del Ejército Martín Balza; a quien Massa nombró específicamente cuando habló de Malvinas en el debate, el empresario Francisco De Narváez, máximo aportante de su campaña presidencial, Carlos Maslatón, ex aliado de Milei y Héctor Daer, uno de los titulares de la CGT.

En tanto, en  la tribuna de los libertarios estuvieron presentes la candidata a vicepresidenta, Victoria Villaurruel, el «ideólogo» que nutre a Milei, Alberto «Bertie» Benegas Lynch, Karina Mile, los armadores Carlos Kikuchi y Gillermo Francos, la diputada Carolina Píparo y los diputados electos Marcela Pagano, Diana Mondino y Oscar Zago.

Las llamativas ausencias fueron, claramente, a las que aludió Sergio Massa en el debate, cuando le dijo a su contrincante «te dejaron solo». Es que sus nuevos aliados, el ex presidente Mauricio Macri y la ex candidta de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich no acompañaron al candidato libertario.

Bullicio en las tribunas

En las ocasiones anteriores, las tribunas no se hicieron notar, ya que los invitados se mantuvieron en total silencio. Pero, en esta oportunidad, la cosas fue muy diferente y las «hinchadas» reaccionaron con murmullos y hasta aplausos en varias ocasiones.

Uno de eso momentos fue cuando Massa dijo que «un presidente tiene que tener equilibrio mental» y remató invitando a Milei a que se hagan juntos el psicotécnico. Los que lo acompañaban desde su tribuna festejaron con exclamaciones la ocurrencia del candidato.

Algo similar ocurrió cuando el ministro expuso la relación de Milei con el Banco Central y lo intinó a que le cuente a la gente «por que no le renovaron el contrato» cuando trabajó en la institución.

Poco después fue el turno de los libertarios de reir y festejar, cuando Milei cuando le dijo a Massa: «Si vos fueras Pinocho, ya me hubieses pinchado un ojo, porque sos muy mentiroso».

Los aplausos de LLA quedaron sepultados a los pocos segundos cuando Milei, desde su atril, aceptó que en caso de acceder al Gobierno impulsará la dolarización. Allí, Massa utilizó su tiempo restante para gesticular y hacer notar que una vez más Milei se estaba contradiciendo. «Este candidato vino a desmentirse de todo lo que dijo en la campaña», lo que provocó la risa en algunos dirigentes de Unión por la Patria.

Otro de los momentos en el que el auditorio mostró su desconcierto ocurrió con una metáfora deportiva del debate, porque Milei confundió la nacionalidad del fallecido ídolo holandés Johan Cruyff, a quien rebautizó como alemán en un nuevo cruce con Massa.

Sucedió cuando Milei buscó defenderse de una crítica de Massa, que le reprochaba al diputado libertario haber elogiado a la fallecida exprimer ministro británica Margaret Thatcher.

Los invitados volvieron a jugar su rol cuando el salón quedó en un silencio de asombro que luego se transformó en carcajada entre la parcialidad de Massa: ocurrió cuando Milei le cedió la palabra a su competidor mientras transcurría el eje temático de educación y salud pública.

«Esto es la clara muestra de que un candidato no estudió nada ni le importa la educación y la salud», sentenció entonces Massa mientras los invitados de ambas partes murmuraban y comentaban por lo bajo.

Más tarde, al finalizar el bloque de Derechos Humanos y cuando los candidatos se retiraban del escenario – cada uno por su lado- se escuchó la voz de Milei decir «no sabía ni cuánto duraba este bloque», debido a que el micrófono había quedado abierto.

Esto se escuchó en el recinto, lo que provocó la risa de algunos mientras el ánimo de los libertarios era diferente a los otros debates, ya que no saludaban a su candidato cuando terminaba cada bloque.

A partir de la sucesión de preguntas de Massa, «por sí o por no», Milei terminó reconociendo la labor en seguridad del líder del Frente Renovador cuando fue intendente de Tigre, lo que descolocó aún más a sus asesores e invitados.