El Ejecutivo nacional resolvió por medio del Decreto 690, que las contrataciones de servicios con un valor menor a los 6,5 millones de pesos podrán ser hechas sin llamados a licitación. Antes, el piso para poner en marcha ese mecanismo de concursos (selección de ofertas, aprobación y órdenes de pagos, y desembolsos) era de 800 mil pesos.

El titular del Ministerio de Modernización, Andrés Ibarra, precisó que se aumentó de 800 mil a 6,5 millones el piso a partir del cual los funcionarios públicos están obligados a realizar una licitación pública; 1,3 millones para contrataciones directas, 6 millones para licitaciones privadas o concursos privados y más de 6 millones para licitaciones públicas o concursos públicos.

La modificación introducida en los topes dará a los funcionarios «un mayor margen de libertad» para las contrataciones,pero también les otorgará  una mayor discrecionalidad sobre la utilización de los fondos públicos.

Desde la gestión macrista argumentan que la decisión de subir los topes fue tomada para que «los distintos organismos estatales puedan cumplir con mayor celeridad y eficacia sus objetivos en aras del bienestar general».

La medida fue tomada «con la finalidad de otorgar mayor flexibilidad y rapidez a la gestión de las contrataciones, coadyuvando con ello a un uso inteligente de los recursos públicos», según indica el texto de la medida del Poder Ejecutivo publicada en el Boletín Oficial.

«Por medio de esta decisión se facilita a los funcionarios de rangos inferiores la realización de contrataciones, descentralizando la toma de decisiones y contribuyendo a una mejor política de compras y contrataciones del Estadio nacional», destaca el decreto firmado por el presidente Mauricio Macri.

 

Texto del Decreto 690/2016

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