Los líderes del G20 inauguraron en Buenos Aires una cumbre marcada por las controvertidas políticas comercial y ambiental del presidente estadounidense, Donald Trump, que amenazaban los esfuerzos para llegar a un documento final consensuado.

Esta primera jornada, que concluyó con una glamorosa cena de gala y evento cultural en el Teatro Colon, estuvo marcada por la guerra comercial entre Estados Unidos y China y el creciente el enfrentamiento entre las potencias occidentales y Moscú por las tensiones militares entre Rusia y Ucrania.

Diplomáticos del G20 discutían hoy a contrarreloj el comunicado de cierre de la cumbre, en medio de diferencias sobre qué referencia hacer al Acuerdo de París sobre cambio climático, del cual Trump retiró a Estados Unidos, informó CNN.

Lo mismo ocurría con menciones a la Organización Mundial del Comercio (OMC), que el jefe de la Casa Blanca quiere reformar.

«Estamos avanzando con el documento final. Hay un avance en una de las materias delicadas, lo relativo al comercio, y se sigue trabajando con lo referido al clima. Estamos tratando de llegar al cierre y que haya un consenso entre todos los participantes», explicó el canciller argentino, Jorge Faurie, en una conferencia de prensa.

Mientras crece la incertidumbre, dos diplomáticos de la Unión Europea (UE) no identificados confiaron a CNN que, si no se logra un documento final consensuado, los líderes europeos podría firmar un documento propio, distinto al de la cumbre.

El presidente Mauricio Macri dio la bienvenida a los mandatarios del G20 en una ceremonia en el complejo de Costa Salguero, frente al río de la Plata, donde se realizó la primera de las dos jornadas de deliberaciones.

En una admisión de las diferencias que amenazan la cumbre, Macri dijo en su discurso de apertura que en los últimos años surgieron «tensiones» entre los miembros del G20 y pidió recuperar el espíritu de cooperación y diálogo que el foro representa.

«La solución es dialogar, dialogar y dialogar. Esa es la forma de empujar los límites de lo posible, entendiendo que cada país tiene sus preferencias, valores e intereses, pero todos coincidimos en algo, en que queremos promover el desarrollo sostenible», señaló.

El asesinato de un periodista saudita en el consulado de su país en la ciudad turca de Estambul también amenaza con empañar una cumbre a la que asisten los líderes de Arabia Saudita y de Turquía, luego de que el Macri dijera que ese crimen estará «sobre la mesa» en reuniones bilaterales y quizás también en la reunión general.

Arabia Saudita ha negado que su príncipe heredero, Mohamed bin Salman, quien preside la delegación saudita en Buenos Aires, haya ordenado el crimen, pero se sospecha que sí lo hizo.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, subrayó hoy ante periodistas en Buenos Aires la importancia de «la seguridad básica de los periodistas» y dijo que «es nuestra obligación presionar a nuestros socios (del G20) a respetar esos principios».

En paralelo, Trump comenzó la cumbre anotándose una gran victoria para su agenda de «Estados Unidos Primero» con la firma del nuevo acuerdo comercial entre su país, México y Canadá que reemplazará al antiguo Nafta bajo el nombre de Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC).

Trump, quien llegó tarde al retiro de los jefes de Estado y gobierno de la primera jornada, el momento de máxima privacidad de los líderes del G20 para negociar lejos de las cámaras, aterrizó en Buenos Aires anoche poco después de cancelar la reunión prevista para mañana con el presidente ruso, Vladimir Putin, en protesta por la captura por Rusia de tres barcos militares de Ucrania cerca de Crimea.

Tusk calificó hoy la acción rusa de «totalmente inaceptable» y dijo estar seguro que la UE extenderá el mes que viene, por este incidente, las sanciones que impuso a Rusia en 2014 por la anexión de Crimea.

Rápidamente Putin le respondió al líder europeo -e indirectamente también a Trump- afirmando que las sanciones unilaterales y el proteccionismo económico son «practicas viciosas», mezclando la política de sanciones que comparte la UE y Estados Unidos en su contra con la política comercial de Trump que resisten tanto los europeos como China.

Luego del cierre de la cumbre del G20, el presidente de Estados Unidos tiene previsto encontrarse mañana con su par de China, Xi Jinping, en medio de la guerra comercial que ha lanzado contra Beijing para forzarlo a aceptar reformas que favorezcan el acceso de productos y compañías estadounidenses al mercado chino.

Si la tensión y el malestar demostrados hoy principalmente por Trump son señal de algo es que no será fácil que de este encuentro salga un acuerdo o que las máximas economías del mundo acerquen posiciones mañana en un único documento final del G20.