El Partido Obrero salió a responder las críticas a los piquetes, originadas inicialmente a nivel nacional pero luego trasladadas a Rosario en el marco de la iniciativa de los concejales de Juntos por el Cambio, que buscan sancionar a quienes hagan cortes de calle. La organización, integrante del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), expresó su postura a través de una nota firmada por la excandidata a diputada nacional por ese espacio, Carla Deiana, quien sostiene que «los reclamos sociales no se resuelven con represión».

«En el marco de una campaña nacional contra el movimiento piquetero, que va desde el Ministro de Desarrollo Social de la Nación del Frente de Todos (Juan Zabaleta) hasta el Jefe de Gobierno porteño (Horacio Rodríguez Larreta) de Juntos por el Cambio, los ediles de JXC de Rosario aprovecharon para sacar de las catacumbas el Código de Convivencia municipal y sancionar a quienes hagan cortes de calle», señala Deiana en el escrito difundido este miércoles.

Para la excandidata a diputada nacional, el Código de Convivencia en cuestión muestra sus límites insalvables antes de entrar en vigencia. Reduce a una cuestión de “seguridad de tránsito” el derecho a manifestarse y mezcla esto con la actividad de los “trapitos”, que si están extorsionando en la vía pública «lo hacen con connivencia estatal».

Ante esto, la referente del PO pregunta si las y los concejales que votaron a favor del artículo 300 que sanciona  “a la persona que, mediante actos determinados obstruya o altere la fluidez o seguridad del tránsito” piensan -por ejemplo- multar a los docentes y directivos que cortan las calles aledañas a las escuelas con sus abrazos para denunciar que están sin gas, sin alimentos, sin agua, sin cargos docentes, sin vacantes.

» ¿Consideran mandar a hacer talleres de “concientización ciudadana” a los familiares, vecinos y amigas, que cortan calles para reclamar por la aparición con vida de mujeres? ¿Van a multar a los vecinos y vecinas que cortan la calle porque la EPE las dejó otra vez sin luz? ¿Sancionarán a los ambientales que cortan el Puente Rosario-Victoria contra las quemas en las islas del Delta? Como los partidos que gobiernan no tienen condiciones para avanzar en una represión en regla contra toda la población ‘piquetera’, se ensañan con la más vulnerable y preparan el terreno para una acción represiva de conjunto, frente a la multiplicación de reclamos en una Argentina piquetera», afirma la también socióloga.

Desde el Partido Obrero consideran que quienes contraponen los piquetes al derecho a circular no buscan proteger a los trabajadores, sino acallar las voces que denuncian que una minoría social «se beneficia de la expoliación del país».

«No se escuchó a (el concejal de Juntos por el Cambio) Charly Cardozo, experto en hacer campaña electoral con demagogia derechista, hablar contra el paro de las patronales del transporte que amenaza con paralizar la cosecha gruesa o contra el peligro real para la seguridad vial que supone la saturación de camiones que destruyen las rutas y explota terriblemente a los camioneros, sin que los pulpos sojeros paguen ningún costo por el impacto social y ambiental de su actividad», afirmó Deiana.

Carla Deiana, del Partido Obrero (Foto: Archivo)

Y añadió: «Tampoco se escuchó a ninguno de los bloques políticos que votó este Código de Convivencia que condiciona brutalmente el derecho a luchar, según la opinión del gobierno de turno, proponer revocarle la concesión a las empresas privatizadas del transporte que han convertido a los barrios de Rosario en ghettos y a la inseguridad vial en la norma, porque ante la falta de colectivos se multiplican los vehículos clandestinos e inseguros. En definitiva, en una ciudad donde el narcotráfico arrecia con connivencia policial, judicial y política, en la más absoluta impunidad, es una burla que se quiera resumir la cuestión de la seguridad ciudadana al problema de los piquetes».

Según indicó la referente del PO, no hacía falta  la encuesta encargada por el gobierno nacional “sobre el acampe del Polo Obrero” para saber que la mayoría de la población prefiere “el empleo a los planes sociales”, ya que «esto es así en primer lugar para quienes protagonizaron el acampe piquetero».