El primer simulacro del sistema de digitalización y transmisión electrónica de votos de Argentina falló debido a problemas de conectividad y demoras con el servidor de las netbooks. En 5 horas se pudo cargar apenas el 15 por ciento de la información.

La prueba piloto debóa ser realizada en 3.000 escuelas, pero hubo fallas en la organización, puesto que algunos centros educativos estaban cerrados y demoraron los tiempos del proceso. Tampoco funcionó la conectividad en muchos establecimientos educativos o en las contraseñas para acceder al sistema.

El Correo Argentino y la empresa venezolana Smartmatic fueron los encargados de realizar el recuento. Esta última, según el especialista informático argentino Javier Smaldone, “no tiene los mejores antecedentes en transparencia ni en eficacia” y no se le “conoce el código fuente, por lo que no puede tenerse certeza sobre su funcionamiento”. La ley exige que la codificación no sea secreta.

Otro cuestionamiento hacia Smartmatic es el hecho de “no haber ganado la licitación sino un concurso de precios, la calificación técnica que obtuvo fue más baja que el resto de las compañías”, indicó Samldone.  

El informático calificó de problemática la idea de hacer un cambio tan importante, para implementarlo por primera vez en una elección presidencial y en el cien por ciento del país, con tan poco tiempo de anticipación.