Los candidatos a presidentes Alberto Fernández y Mauricio Macri participaron este jueves del seminario Democracia y Desarrollo, que se realizó en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), donde hablaron de la situación económica del país y de los proyectos futuros.

En el evento -organizado por el Grupo Clarín- el presidente Mauricio Macri anunció que no habrá más cambios en el Gabinete y reconoció haber sido «demasiado ambicioso con las metas» económicas que fijó para su gestión.

Durante una ronda de preguntas que duró unos 52 minutos, el mandatario indicó que «siempre ha habido críticas sobre el jefe de Gabinete pero creo que es también una forma de criticar al Presidente sin criticarlo. Lo tomo de esa manera».

Además subrayó que está «trabajando para equilibrar esta situación» y que su «prioridad es cuidar a los argentinos», al tiempo que señaló que los «cambios» que introdujo su gestión no fueron «en vano», sino para dar «previsibilidad».

No obstante, reconoció: «Fui demasiado ambicioso con las metas que nos pusimos. Con 80 años de 62 por ciento de inflación promedio, fui demasiado ambicioso. Subestimamos los problemas ocultos de la Argentina y la falta de consenso que todavía había».

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Macri confió en un posible triunfo en las elecciones generales del 27 de octubre, cuando expresó que sigue creyendo que «mucha gente no fue a votar» y señaló que «la bronca será superada».

«Estoy bien trabajando, di la cara», señaló Macri, al tiempo que remarcó que está «empezando esta nueva etapa» y agregó: «Hay casi 8 millones de argentinos que creen en el cambio y este partido hay que jugarlo».

Sobre la ex presidenta y actual candidata a vice, quien no formuló declaraciones tras el mensaje que dio la misma noche del triunfo desde Río Gallegos, Macri aseguró que «es importante que escuchemos su visión», y enfatizó «sentimos que desde el silencio no da tranquilidad».

Por su parte, el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández, que habló unos minutos antes que Macri, afirmó que la Argentina “no tiene ninguna posibilidad de caer en default” si gana las elecciones de octubre próximo y agregó que “nadie puede plantear seriamente una quita”.

Entrevistado por tres periodistas del diario Clarín, Fernández indicó que “es muy difícil bajar la inflación” y dijo que si gana los comicios “partimos de un escenario muy complicado” en ese sentido, pero aclaró que “lo último que haría sería copiar alguna de las medidas de Guillermo Moreno, que le hizo un enorme daño a la economía argentina”.

“Es muy difícil de bajar (la inflación) pero es parte del desafío que tenemos. Si yo logro al cuarto año de mandato terminar con una inflación de un dígito sería el tipo más feliz del mundo, pero partimos de un muy mal escenario”, indicó.

Ante otra consulta, Fernández dijo que en un eventual gobierno “no vamos a manipular el Indec, que es el termómetro de la economía” y ratificó que seguirá “funcionando con independencia”.

“Hay que terminar con esta idea de que las transiciones son difíciles y complejas, son parte de la democracia y hay que tomarlas con calma, cada uno asumiendo el rol que le toca”, manifestó el ex jefe de Gabinete.

Al hablar de un eventual gabinete, no quiso dar nombres pero afirmó que sus integrantes deberían «tener como denominador común la honestidad moral e intelectual» y, ante una consulta concreta, no descartó que Martín Redrado -presente en el auditorio- pueda ser parte de su equipo.

En la charla también dejó definiciones sobre sus críticas a Jair Bolsonaro -«fue un error mío, me deje llevar por su lógica»-, sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman -«si alguien lo mató que se haga cargo de esa muerte, estoy seguro de que no fue Cristina»- y sobre los bolsos de José López -«me asqueó verlo»- .