Foto gentileza Cámara de Diputados de Santa Fe

Este jueves finalmente ingresó a tratamiento en la Cámara de Diputados de Santa Fe el proyecto de Ley de Necesidad Pública que obtuvo una semana atrás media sanción en el Senado, pero su aprobación (con modificaciones) o rechazo deberá esperar, por lo menos, una o dos semana más.

En la voz de los principales legisladores opositores, como el caso del diputado Maximiliano Pullaro, desde el Frente Progresista advirtieron que «si el Ejecutivo va por todo se va a quedar sin nada».

Luego de permanecer sin hacer declaraciones públicas ni manifestaciones sobre este ni otros temas, el ex gobernador y actual presidente de la Cámara baja, Miguel Lifschitz, publicó un mensaje en sus redes sociales en el que convocó a sesionar este jueves a pesar de que “no estaba previsto” en miras de habilitar el debate parlamentario “a los efectos de lograr un proyecto de consenso que contemple las posiciones de los distintos bloques, en el menor tiempo posible”.

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El comunicado llegó casi a la par de un encuentro entre caciques de la coalición, del que participaron además de Lifschitz, jefes comunales e intendentes «propios» que bregaron por la urgencia en la aprobación de la iniciativa para contar con los fondos que la ley prevé distribuir en municipios y comunas.

Entre ellos estuvo el mandatario rosarino Pablo Javkin, que también fue uno de los que más estridencia le impregnó al pedido por un “acuerdo”.

En ese sentido, el líder del Partido Creo, inscripto dentro del frente que gobernara la provincia hasta hace tres meses, consideró que “el panorama económico hoy del municipio es muy grave, por la situación económica y de deuda en que se encuentra.”

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Además, en alusión a una de las principales críticas que se le esgrimen al proyecto de Perotti, fundada en la supuesta pretensión de ‘superpoderes’, el intendente rosarino resaltó: “Hay que ser responsables, nadie puede discutir que los ejecutivos necesitamos herramientas extraordinarias en materia financiera para pasar esta crisis”.

Dispuestos y supuestos

El proyecto sobre el que se basará la oposición para elaborar «su propuesta» es el que obtuvo dictamen de minoría y fue defendido, la semana pasada, en conferencia de prensa por legisladores radicales como Maximiliano Pullaro y Felipe Michlig, titulares del bloque UCR (dentro del Frente Progresista) en la Cámara baja y alta, respectivamente.

Se trata de un texto que ya introdujo modificaciones al enviado por el Ejecutivo, aprobado por el Senado (con negativa oposotira).

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En su mensaje, el ex mandatario socialista aseguró la convocatoria a “que se apruebe un pedido de preferencia para el tratamiento del proyecto en la próxima sesión, solicitando que el mismo se gire sólo a las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Asuntos Constitucionales y Legislación General”.

En ese sentido, enfatizó el pedido “a todos los actores políticos de la provincia, del gobierno y de la oposición a evitar expresiones que condicionen el libre juego de la democracia, descalificaciones o agravios personales o políticos, que en nada contribuyen a generar ambientes propicios para el diálogo y el consenso”.

Minutos antes, también en la capital provincial y luego de una reunión con el ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni, el gobernador Omar Perotti señaló la actitud de su antecesor en la Casa Gris como “tremendamente mezquina”, en línea con lo que habían mencionado días atrás dos de los ministros de su gabinete, encargados de las conversaciones con la oposición.

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“Desde diciembre que todos conocen este proyecto de ley, hubo modificaciones en diálogo con todas las fuerzas políticas, todos saben de qué se trata. Hemos visto cómo se han votado presupuestos sobre tablas y esto al lado del presupuesto es una mínima parte”, agregó.

Y agregó: “Si estábamos pidiendo un refuerzo para accionar en salud por más de 150 ambulancias deterioradas, falta de equipamiento por deudas con proveedores; imagínese cómo vamos a afrontar esta situación de casos de dengue, sarampión y lo que hoy nos plantea el coronavirus”.

Por lo pronto, el debate se extenderá al menos por siete días más, desde este jueves, momento en que Lifschitz convocó a “sesión permanente” a la Comisión de Labor Parlamentaria para intentar “mejorar” el proyecto que tuvo media sanción en el Senado, por la mayoría peronista en esa cámara.